Que a nadie le gusta estar dos horas metido en el coche a más de treinta grados en el exterior no es ninguna novedad. Pero cuándo todos nos desplazamos a la vez hacia unos puntos concretos de playa es inevitable que eso ocurra y debemos intentar tomarlo de la mejor manera posible para no amargarnos las vacaciones.
Lo primero que debemos de hacer es comprobar que nuestro coche esté en las mejores condiciones para afrontar el viaje: revisa frenos, suspensiones, aceite, filtros, niveles de agua, aire en las ruedas y todo lo necesario para que no sea el protagonista involuntario de los días más esperados del año. Si la fecha dela ITV va a coincidir con tu desplazamiento puedes adelantarla y de este modo matar dos pájaros de un tiro: te quitas el peso de encima y tu coche estará totalmente revisado de cara al viaje.
Consejos para que los atascos no te saquen de tus casillas
– Intenta salir en horas en las que haya previsto menos tráfico. Pero recuerda, esa información no es privilegiada y confidencial. Todos tienen los mismos datos y es posible que mucha gente piense igual que tú y se origine un atasco cuándo no estaba previsto. Vete siempre pensando en esa posibilidad, ya sabes lo que dicen los orientales “espera lo mejor pero prepárate para lo peor”.
– Lleva bebidas frescas para combatir el calor, hidrátate y asegúrate de que los niños lo hacen, pero no dejes que se encharquen o tendrás que parar en cada estación de servicio para que “desbeban”.
– No pierdas los nervios, los que están en el atasco no se han puesto ahí para hacerte la vida difícil. Son personas que al igual que tú preferirían estar ya en su destino disfrutando del mar o de una cervecita en una terraza. Se amable y no te muestres airado. Además, si viajas con niños, perder los nervios solo hará que se contagien de tu estado y se muestren insufribles.
– Para los pequeños lleva entretenimiento: juegos, canciones o películas. Lo que más les guste. Participa en sus juegos, comparte con ellos unas chuches y tómate el atasco como una oportunidad de divertirte con tus hijos, a fin de cuentas no tienes más opción que estar ahí mientras dure.
– Si viajas con mascotas asegúrate de que viajan correctamente y que están en buenas condiciones e hidratados. Aunque tengas ganas de llegar no olvides parar para que se estiren o hagan sus necesidades. Tu perro o gato seguro que tiene aún más ganas de llegar que tú.