Seguro que en tu ciudad hay una gran oferta de talleres mecánicos, así que tendrás que mirar bien a la hora de elegir dónde llevar al coche cuando necesites sus servicios. Basta con utilizar un buscador para encontrarlos, pero… ¿a cuál debería llevar mi coche? Entra tanta oferta elegir no es nada fácil, y más allá del boca a boca o de que se trate de talleres baratos, hay una serie de aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir taller mecánico, algo que nuestro coche agradecerá.
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Un taller bien identificado
Sin lugar a dudas, lo primero que miraremos será que el taller esté identificado como corresponde, con la placa en la puerta. Se trata de una placa donde figuran las iniciales de la provincia en la que estamos, el número de registro y la llave inglesa, el símbolo que identifica al taller. Si no está bien identificado puede tratarse de un taller clandestino. De hecho, la transparencia es uno de los aspectos que más se valoran a la hora de usar un buscador de talleres mecánicos, e incluye el presupuesto o las reparaciones ocultos.
¿Qué aspecto tiene el taller?
Obviamente, no esperamos que el taller esté como los chorros del oro pero sí que sea un lugar limpio y ordenado, que las herramientas no estén tiradas por los suelos y el sitio tenga un aspecto caótico. Se suele decir que la forma en que los trabajadores mantienen su negocio, en este caso el taller, es sinónimo de cómo trabajan y en este sentido un taller ordenado nos inspira mucha más confianza que otro taller donde reina el desorden. Esto mismo se puede aplicar a la atención al cliente: deberían tratarte igual de bien que tratarán a tu coche.
Una inspección previa
Cuando entres con el coche en el taller, los mecánicos deberían hacer una breve inspección previa en busca de desperfectos o imperfecciones con un doble objetivo. Por una parte, asegurarnos de que el coche entra igual que sale, de forma que los mecánicos y tú sepáis cómo está para que luego no pueda haber reclamaciones; y por otra, nos permite detectar posibles daños ocultos o aspectos a reparar antes de que deriven en una futura avería. La inspección previa, en presencia del cliente, es toda una garantía de seguridad.
El presupuesto, por escrito
Algunos talleres nos ofrecen un presupuesto sin compromiso, pero lo verdaderamente importante es que te entreguen el presupuesto por escrito. De esta forma, conocerás de antemano el dinero que necesitas para hacer frente a la reparación, si puedes pagarla, el plazo necesario para arreglar el vehículo, las condiciones de la reparación, etc. Si no estás conforme, puedes rechazarlo aunque es posible que te obliguen a pagarlo.
A este presupuesto siempre se puede sumar el coste de los daños ocultos, aunque el taller tiene 48 horas para informarte de los daños ocultos y que puedas decidir si los arreglas o no. Otra cosa que debe quedar clara es qué pasa con las piezas que quiten. Las piezas son tuyas, y deberías llevártelas tú cuando recojas el coche. Si no es así, podrían servir para abaratar el presupuesto.
Factura y garantía
Por último, los buenos talleres mecánicos nos ofrecen una factura que también es la garantía, con una validez de 90 días o 2.000 km -aunque siempre se puede pactar una garantía superior-. En la factura deben aparecer los diferentes conceptos que aparecían en el presupuesto (gastos en piezas, manos de obra, etc.). Cualquier taller que realice una reparación está obligado a darte una garantía, y la factura es la mejor garantía factura. Si no te la ofrecen, estarás desprotegido en caso de una nueva avería.