Todo el mundo se hace la misma pregunta cuando se va a comprar un coche: “¿que coche me compro, uno de gasoil o de gasolina?”. Es la pregunta del millón, y hay muchos factores a tener en cuenta, desde el económico al medioambiental. Hay grandes diferencias entre los dos tipos de coche y es una decisión que no puedes tomar a la ligera. Debes reflexionar sobre ello, ya que la compra de un coche es una decisión muy importante. Si nos fijamos en las tendencias de mercado, el diésel lleva años ganando.
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Ventajas de los coches diésel
Una de las grandes ventajas del motor diesel es que es mucho más eficiente en vías extraurbanas. El consumo de combustible es sensiblemente inferior al del gasolina cuando lo utilizamos en autopista, autovía, carreteras secundarias o rondas. Los sistemas anticontaminación no sufrirán, así que si lo que quieres es un coche para ir al pueblo el fin de semana o de vacaciones, viajes largos en general, deberías plantearte un coche diésel. Cuantos más kilómetros al año hagas, antes lo amortizarás y si lo vas a revender tardará menos en perder valor.
Ventajas de los coches gasolina
Aunque consumen más que los diésel, en los últimos años se ha conseguido reducir el consumo en los motores de gasolina. Entre las grandes ventajas del motor gasolina encontramos un consumo mucho más racional en ciudad. Si eres un urbanita que solo coge el coche para ir a trabajar en la misma ciudad, para llevar a los niños al cole o para ir a la universidad, pero difícilmente lo utilizas a la hora de hacer desplazamientos largos, el gasolina es la opción más indicada. Además, exige menos kilómetros que el diésel para amortizarlo.
Diferencias de precio
Basta con una visita a cualquier concesionario o con seguir los medios especializados para darnos cuenta de las diferencias de precio entre los dos vehículos. Los vehículos diésel, más potentes, son también unos 2.000€ más caros. El mantenimiento y el seguro también suelen ser algo más elevados que en el caso de los coches de gasolina, pero si nos fijamos en el precio del gasoil y la gasolina, siempre nos saldrá más barato llenar el depósito del diésel. De ahí la importancia de hacer más kilómetros al año para amortizarlo.
Diferencias para pasar la ITV
Las diferencias de precio no acaban en el concesionario, el seguro o a la hora de repostar, pasar la ITV de un coche de gasolina es más barato que pasársela a un diésel. La razón es la misma por la que es más caro comprar un diésel, la potencia. Cuanto más potente es un vehículo, más cara es la ITV, de ahí ese baile de precios que según la comunidad autónoma en la que vivas puede llegar a ser de 16€ (Baleares). Solo Euskadi, Navarra, Asturias y Extremadura tienen los mismos precios para diésel y gasolina.
La contaminación de los coches
Otra de las preguntas que se hacen los conductores más concienciados con el medio ambiente es cual contamina mas, y aquí salen perdiendo por goleada los coches de gasoil. De hecho, en ciudades como Madrid o Barcelona se han propuesto restricciones a la circulación de estos coches debido a la mayor emisión de contaminantes, otro de los aspectos que se revisan en la ITV. Los diésel emiten menos dióxido de carbono, pero expulsan más óxidos de nitrógeno y nanopartículas, que tienen graves efectos sobre la salud.
Gasolina o diésel, ¿cuál elijo?
Las cartas están sobre la mesa, ahora es decisión tuya decidir que es mejor, qué tipo de vehículo se adapta mejor a tus necesidades y, sobre todo, qué futuro le espera al coche. Hemos dicho que los diésel son más caros de mantener o asegurar, aunque en términos generales el gasto tampoco es tan elevado. La diferencia entre asegurar al mismo vehículo diésel o gasolina puede ser de unos 50€, y el mantenimiento tampoco está mucho más por encima. Otra cosa es si una avería, que sí que será más cara de reparar.
Menor aún es la diferencia de precios en la ITV del gasolina y el diésel. En el caso más extremo la diferencia es de 16€, así que parece una tontería rechazar el diésel por eso. Más cuando no tendrás que pasar la ITV hasta que el coche cumpla 4 años, y hasta los 10 años será bianual. Si piensas vender el vehículo antes de esa década, quizá deberías plantearte la opción del gasolina ya que será más difícil amortizar el diésel. Lo mismo pasa si calculas que a corto o medio plazo -3, 5, 7 años- no utilizarás tanto el vehículo.
Como ves, son muchos los factores que influyen a la hora de tomar la decisión. Tu propia experiencia al volante te puede ayudar a elegir uno u otro tipo de coche. La cosa se complicará el día que se consoliden los híbridos como una tercera vía y el coche eléctrico se convierta en en una opción real, pero hasta entonces el debate diésel-gasolina seguirá abierto.
Estoy bastante de acuerdo con los puntos comentados. Igual que los gasolina han reducido consumos, los diesel han igualado prestaciones pero a costa de complicar las mecánicas -por eso lo de las averías más costosas-. En cualquier caso no es lo mismo pisar un pedal de un tipo u otro en cuanto a sensaciones, pensar también que los vehículos diesel son un tanto más pesados que los homólogos equipados con gasolina, vamos que el coche pesa algo más y el tren delantero desgasta más las ruedas (en el típico turismo de tracción,claro)
En definitiva, sopesar todo y no obcecarse con la simplificación de «diesel gasta manos»