Un estudio realizado por la Asociación Española de la Carretera ha revelado que el firme en este país está en muy mal estado. El deterioro que sufren las carrteras no se había visto hasta ahora en su historia; de hecho, el estudio dice que su estado es el peor desde 1985.
No es para menos ya que desde el comienzo de la crisis las partidas presupuestarias para mantener el pavimento se han visto disminuidas en varias ocasiones. En 2011 la inversión destinada a la red de vías y carreteras en España era de 5.500 millones de euros; sin embargo, en tan solo tres años el presupuesto ha pasado a ser de 878 millones.
Desde la asociación han alertado de que no se puede permitir ese estado en las carreteras en unas fechas en las que el tráfico de vehículos es muy elevado por la Semana Santa. Por eso se hace necesario extremar los cudados en la conducción aún más.
Pavimentos de espanto
Una carretera deteriorada es un arma peligrosa, ya que aumenta el riesgo de padecer un accidente. Determinadas colisiones y otros percances no solo dependen del buen funcionamiento del vehículo, sino también de cómo se encuentre el firme o que la señalización sea correcta.
La Asociación Española de la Carretera cifra en 6.200 millones la cantidad necesaria para arreglar las vías; y apuntan que de ese dinero el 95% se debería destinar precisamente al pavimento. Pero eso no es lo único necesario para poner a punto las carreteras, pues es necesario reponer 330.000 señales y repintar más de 52.000 kilómetros de carreteras.
Las carreteras estatales son las peor cuidadas
Las vías de titularidad del Estado son las que peor estado tienen debido a que la mayor parte del tráfico circula por ellas. Por eso las labores que se llevan a cabo para su mantenimiento resultan insuficientes a todos los efectos.
Por otro lado, las carreteras que pertenecen a las comunidades autónomas o a las diputaciones provinciales cuentan con una menor inversión en sus cuidados lo que las hace, en muchas ocasiones, muy peligrosas para circular por ellas.
El ranking de las peores vías muestra que las peores vías son las de Aragón y La Rioja. Estas figuran en el estudio como «muy deficientes». Mejor fortuna han tenido las comunidades de Extremadura y del País Vasco, cuyas carreteras figuran entre las que son «aceptables».