A todos nos entra un poco de miedo cada vez que tenemos que llevar el coche a la revisión de la ITV. Con el tiempo te vas acostumbrando a pasar el temido examen de inspección técnica; sin embargo, la primera vez que uno acude a la estación a superar la ITV lo pasa fatal.
Un montón de nervios acuden a nosotros, primero por desconocimiento de lo que van a hacer a nuestro vehículo allí y, después, miedo a que nos echen para atrás el coche, que no venza la prueba.
Y es que hay que llevar en cuenta un montón de cosas en la cabeza, y nos marean con llevar el coche perfecto (que es lo que deberíamos hacer), pero también con tasas, precios diferentes, líos de estaciones y autonomías… En fin, cosas que no nos deben agobiar en absoluto y que poco tienen que ver con que nuestro vehículo se encuentre en las condiciones óptimas para salir a la carretera.
Consejos a tener en cuenta
Todo lo que nos debería preocupar para pasar la ITV es el estado de nuestro coche. Por eso, debes tener mucho cuidado con el estado de tu parabrisas; no debe estar agrietado o tener chinazos que dificulten la visión. Debes atender también a que las luces estén completamente bien; de hecho esto es en lo que más fallan los vehículos a la hora de pasar el examen.
El paragolpes no debe presentar bordes cortantes y debe estar bien sujeto, lo mismo que las matrículas. Por último, pon especial atención a la hora de revisar los retrovisores y las ruedas, ya que ambos elementos se consideran indispensables para una correcta y segura conducción.
El tren de pruebas
Recuerda que lo primero que te van a solicitar es la documentación, por eso tenla a mano. Lo imprescindible es presentar la Tarjeta de Inspección Técnica del Vehículo y el Permiso de Circulación, pero también comprobarán que el coche esté asegurado.
Antes de eso habrás tenido que pagar la tasa correspondiente; pero lo siguiente será que un técnico revise el estado de las luces, los limpiaparabrisas, el cinturón… y el estado general por dentro y por fuera del coche.
De aquí, el coche pasa a unos rodillos donde se le practica la prueba de emisiones y la de frenado. Después el coche se coloca en el foso y otro técnico revisará los bajos mirando si hay pérdida de líquidos, cómo está la suspensión, si la dirección va correctamente… Por último, tendrás que esperar un poquito para saber si te dan la pegatina o tienes que volver.