La Inspección Técnica de Nuestro Vehículo, más conocida por todos los conductores y el resto del mundo como ITV, es uno de los controles más importantes por los que debe pasar nuestro vehículo cada cierto tiempo. En el caso de nuestro coche, no deberá pasarla por primera vez hasta pasados los cuatro años desde la fecha de matriculación, que se ve reducido a dos años entre el cuarto y el décimo año, pasando a ser de manera anual a partir de los diez años a contar de nuevo desde la fecha de matriculación.
Durante esta inspección técnica, los expertos revisan cada rincón de nuestro coche y todas sus funciones para asegurarse de que todo está bien y funciona de manera correcta, y que no supone ningún peligro ni para nosotros ni para el resto de la circulación. Algunos de los puntos en los que más hincapié se hace en la ITV son los sistemas de iluminación así como el motor, el frenado o los neumáticos.
Los frenos y la iluminación acumulan el mayor número de sanciones
Aunque tengamos nuestro coche cuidado de manera sigilosa, no es de extrañar que los expertos detecten algún tipo de fallo, fallos que son más comunes de los que en principio podemos imaginar.
Basta con darnos una vuelta por los centros encargados de esta inspección en cada provincia para darnos cuenta de que los fallos y defectos más repetidos en la mayoría de los coches, y que pueden ser motivo de sanción en los casos más graves, son los fallos en los sistemas de iluminación y de frenado, así como en los neumáticos.
Lo cierto es que casi todos estos fallos, por no decir todos ellos, podrían evitarse con solo hacer una revisión periódica de nuestro coche en nuestro taller de confianza más cercano. Pero no todos hacemos caso de estas recomendaciones. Y como consecuencia de ello los expertos en este tipo de inspecciones técnicas se ven obligados a no renovar nuestra licencia técnica del vehículo.
Estos fallos en el sistema de frenado y de iluminación se deben sobre todo a que muchos conductores tienen la mala costumbre de apurar al máximo los recursos de sus vehículos. Para evitar esto, tenemos que revisar el líquido y los discos de frenos así como el buen funcionamiento de cada una de las luces de nuestro coche. Así evitaremos que no podamos pasar la inspección de la ITV y otros quebraderos de cabeza innecesarios.