Los paros para reivindicar los derechos de los trabajadores no han cesado desde el mes de septiembre con todo lo que eso conlleva. Los ciudadanos están molestos por los plazos en los que se están dando citas para pasar la inspección, 45 días, mientras que los operarios están planteándose pasar de los paros a las movilizaciones, en un conflicto se remonta a hacer más de 150 días.
Hasta ahora los paros se han sucedido durante dos horas por la mañana y dos horas por la tarde. Eso quiere decir que no se ha atendido a los usuarios ni de 12.30 a 14.45 horas, ni de 18.30 a 20:00 horas de lunes a viernes. Aunque el turno del sábado se ha quedado intacto, sin ningún tipo de restricción y ofreciendo el servicio de 8:30 a 13:00.
Aunque el conflicto con la empresa gestora TÜV Rheinland se remonta a hace seis meses, todavía no han conseguido llegar a ningún acuerdo. Por lo que ha dado a conocer el comité de empresa, su principal petición es la renovación del convenio colectivo en las mismas condiciones que estaban vigentes antes de la polémica reforma laboral. Si no se firma este acuerdo, los trabajadores temen que se pongan en peligro muchos puestos de trabajo.
Difícil acercamiento
Según algunos miembros del comité, la empresa «no demuestran ningún interés en firmar el acuerdo. Es como si a la casa central en Alemania le dé igual lo que ocurra en Gipuzkoa. Parece que no tienen interés en mantener las dos instalaciones…».
La gran esperanza está ahora en la reunión que esperan tener con el responsable de industria del Gobierno Vasco, ya que este organismo es el que concede las licencias de Inspección Técnica de Vehículos en el País Vasco. Esperan que los nuevos miembros actúen como mediadores en el conflicto que parece tener muy lejana su resolución.
Asambleas para tomar decisiones
En palabras de boca del portavoz del comité de empresa «vamos a comenzar las asambleas de trabajadores a fin de mes para iniciar nuevas movilizaciones. La actitud de la empresa deja indefensos a los trabajadores y perjudica seriamente a los clientes».
Aunque al principio se plantearon solamente una hora de paro en las mañanas y tardes de lunes, miércoles y viernes. y dos horas en las mañanas y tardes de martes y jueves con «el fin de no perjudicar a los clientes», la situación les ha llevado a tomar decisiones más severas y más contundentes para poder así preservar sus derechos laborales.