No, no es que vayan a cambiar los precios de las inspecciones técnicas en este año que entra; y si cambian, casi mejor no saberlo, porque será a peor para nosotros, el común de los mortales. Ni es que vayan a abrir nuevas estaciones, que yo sepa, aunque seguramente porque no puede ser mal negocio. Yo estaba pensando más bien en los propósitos de año nuevo que todos nos hacemos, esta vez relacionados con la ITV.
Lo primero que me voy a proponer para este año va a ser prestar más atención a los pequeños detalles y desgastes de mi coche, durante todo el año, no sólo en la ITV o los días antes. Una buena conservación diaria nos ayudará mucho a mantener el coche en buen estado. Cambio de líquidos y filtros cuando toca, atención a los pequeños ruidillos o desgastes…
También estaría bien, aparte de lo de dejar de fumar y aprender un idioma, si nuestro vehículo está un poco para el arrastre, hacerle un renovado general. Cambio de ruedas, arreglar esa pieza del guardabarros que siempre anda suelta o, si sois como yo, por lo menos lavarlo una vez a fondo, que creo que una vez cada diez años no es perjudicial para la pintura ni nada.
Entre los mejores propósitos posibles, una revisión anual independiente
Una de las mejores cosas que podemos proponernos para este año en cuanto a nuestro vehículo se refiere es programarle una buena revisión en algún mecánico de confianza, que nos informe a grandes rasgos del estado del coche y lo que podemos esperar que vaya mal en los próximos 365 días. Del tipo “esa dirección aún tira, pero va a tocar cambiarla dentro de 5.000 kilómetros” o algo así.
Otra de las cosas que siempre se hacen con estos arrebatados impulsos neoañeros son del tipo “hacer eso que se hace una vez al año”. Por ejemplo, tengo un amigo que siempre por estas fechas le mete un paseo revolucionado y con un litrillo de gasolina (él lleva un diesel) para quitarse de carbonillas en el escape. O cambiar el ambientador. También vale.
Yo personalmente sé de sobra lo que más falta me hará en cuanto a ITVs y afines se refiere el año que entra. Paciencia. Todos los años me lo propongo, y todos los años me quedo corto. Paciencia y muchas invocaciones a la virgen, los santos y todos los poderes ocultos que se me ocurran. Y luego, otro poco de paciencia.