Si has tenido la desgracia de haber intentado pasar la inspección técnica de tu vehículo en Alcantarilla en los últimos días te habrás encontrado con un espectáculo vergonzoso: enormes colas de coches esperando turno. Y muy probablemente te habrás ido para casa sin poder cumplir tu objetivo.
Y es que según denuncia el sindicato CSIF (Central Sindical Independiente de Funcionarios) las colas comienza ya a las siete de la mañana y son muchas las ocasiones en las que al poco de pasar las ocho se cierran las listas por la imposibilidad de atender a más clientes de los ya registrados en ese momento.
El sindicato advierte de que hay poco personal y dos de las cinco líneas están cerradas por averías. Los turnos están mermados por las vacaciones y la empresa no ha previsto que en verano hay una gran afluencia de clientes que aprovechan estas fechas para revisar sus vehículos antes de las vacaciones.
Pocos inspectores
Parece ser que a la mañana se cuenta con cuatro inspectores y seis auxiliares mecánicos y tres inspectores y tres auxiliares por la mañana. Los auxiliares no están habilitados para inspeccionar los vehículos y cuándo entra el turno de tarde se encuentra el trabajo acumulado de la mañana.
El delegado del CSIF reclama se arreglen inmediatamente los frenómetros estropeados de las dos líneas cerradas y que se contrate más personal para poder atender a la gente en unas condiciones dignas. También piden que se permita a los auxiliares mecánicos realizar las inspecciones.
Han puesto el tema en conocimiento de la Consejería de Industria pero hasta el momento no han recibido una respuesta por parte de los responsables de la misma.
Se pierde dinero
A la mala imagen que se está dando de la estación, hay que añadir las pérdidas económicas que se producen al no poder atender a todos los clientes que se acercan a revisar sus vehículos. El CSIF estima que cada día se pueden estar dejando de ingresar en caja entre 3.000 y 4.000 euros por este motivo.
Algunos ciudadanos ya han expresado sus quejas por la situación y no son pocos los que se muestran suspicaces ante el poco interés que parece mostrarla Consejería de Industria en arreglar el problema y se pregunta si esta situación podría ser intencionada o al menos venir muy bien al gobierno para justificar la privatización del sector.