A mediados de 2016 la DGT dividió el parque automovilístico español en cinco categorías según el nivel de emisiones contaminantes de cada vehículo. Se trata de una clasificación dirigida a favorecer a los conductores de los vehículos más ecológicos ante episodios de contaminación que obliguen a restringir el tráfico, además de beneficios fiscales o de movilidad, ya que pueden circular por carriles especiales como el VAO aunque no cumplan con los requisitos para ello.
Cada categoría tiene su propio distintivo ambiental para identificar el coche. De menos a más contaminantes, los cinco niveles establecidos por la DGT son 0, Eco, B, C y “otros vehículos”, la categoría en la que se engloba la mitad más contaminante del parque automovilístico español y que no tiene distintivo. A los titulares de vehículos 0, Eco, B y C la propia DGT les ha ido enviando la pegatina para que coloquen el distintivo ambiental en la luna del coche, aunque también las podían solicitar en Correos.
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Clasificación de coches según su contaminación
A continucación, explicamos cómo se clasifican los distintos vehículos y el color del distintivo ambiental que los identifica, en función de las emisiones contaminantes que producen al circular.
Vehículos 0
Identificados con la pegatina azul, los vehículos de cero emisiones incluyen turismos, triciclos, cuadriciclos, motos, ciclomotores, furgonetas ligeras, vehículos de más de 8 plazas o vehículos de transporte de mercancías que aparezcan en el Registro de Vehículos de Tráfico como vehículos eléctricos de batería (BEV), de autonomía extendida (REEV), eléctricos híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía mínima de 40 km. o vehículos de pila de combustible.
Vehículos Eco
El distintivo ambiental que los identifica es verde y azul, y esta categoría incluye a los turismos, furgonetas ligeras, vehículos de más de 8 plazas y vehículos de transporte de mercancías que aparezcan en el Registro de Vehículos como híbridos enchufables con una autonomía inferior a 40 km, híbridos no enchufables (HEV), y los GNC, GNL y GLP, vehículos propulsados por gas natural comprimido, gas natural licuado o gas licuado del petróleo respectivamente. Además, deben cumplir con los requisitos de la etiqueta C.
Vehículos C
Su pegatina es de color verde, e incluye a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2006, los turismos y furgonetas diésel matriculados después de enero de 2014 y los vehículos de más de 8 plazas y transporte de mercancías matriculados desde 2014, diésel o gasolina. Esta diferencia de fechas entre diésel y gasolina se debe a que los vehículos diésel deben cumplir con la norma Euro 6, más restrictiva con las emisiones, y los de gasolina las normas Euro 4, Euro 5 y Euro 6.
Vehículos B
Para la categoría B la DGT eligió el distintivo ambiental amarillo, que lucen los vehículos de gasolina que cumplen con la norma Euro 3 y los diésel que cumplen con la Euro 4 y Euro 5. Si nos fijamos en la fecha de matriculación, son los turismos y furgonetas ligeras de gasolina posteriores al 2000 y los turismos y furgonetas ligeras diésel matriculadas desde enero de 2006, además de los vehículos de 8 plazas y transporte de mercancías diésel y gasolina matriculados a partir de 2005.
Vehículos sin distintivo ambiental
Si tu vehículo no ha recibido ninguna de estas pegatinas es porque la DGT lo incluye entre los que se han matriculado antes del 2000 si utiliza gasolina o antes del 2006 si es diésel, así que no se ajusta a los cerca de 16 millones de vehículos que menos contaminan. Aproximadamente la mitad del parque automovilístico español se ha quedado sin el distintivo ambiental.
Ventajas de los coches de bajas emisiones
El medio ambiente y la calidad del aire que respiramos pueden influenciarnos a la hora de cambiar de vehículo y apostar por un coche de bajas emisiones. El factor medioambiental es muy importante y un coche con bajas emisiones reducirá los niveles de CO2, responsable entre otros del efecto invernadero y de las partículas contaminantes del aire que puede provocar serios problemas de salud, pero tu bolsillo también se verá beneficiado si decides comprar un coche de bajas emisiones contaminantes.
Prácticamente todos los países europeos, y España no es ninguna excepción, ofrecen ventajas fiscales a los compradores de vehículos de bajas emisiones. Impuestos como el de matriculación o el de circulación son más bajos, de forma que, a medio y largo plazo, compensa comprar un coche de bajas emisiones. Todo esto sin olvidar el ahorro en combustible que suponen algunos coches bajos en emisiones. Además, podrás circular siempre con tu vehículo, incluso en zonas o situaciones de restricciones del tráfico por contaminación.
Sin embargo, estas ventajas no parecen acabar de convencer a los usuarios. En el último año han aumentado las emisiones de dióxido de carbono al venderse más coches de gasolina. Las ventas de vehículos diésel, que emiten menos CO2 que los de gasolina, cayeron después del escándalo de falsificaciones de emisiones de Volkswagen y el anuncio de las restricciones a los diésel en ciertas ciudades; aunque el aumento de las ventas de SUV, más contaminantes, también ayuda a ese aumento de las emisiones.