Durante las últimas décadas, las rotondas se han consolidado como la infraestructura clave en muchos cruces. Está demostrado que son la mejor manera de regular el tráfico en los cruces, mucho más eficientes que otras alternativas de cruce. Sin embargo los conductores no siempre conocen las normas de circulación en las rotondas, las excepciones que incluye la DGT en su normativa sobre rotondas y qué aspectos deben valorar en la rotonda.
No todo el mundo sabe cómo circular en una rotonda, lo que muchas ocasiones causa problemas y algún que otro conflicto y multas, así que vamos a intentar averiguar cómo circular en las glorietas. Para ello hay que prestar atención a tres aspectos determinantes: la elección del carril en la entrada a la rotonda, qué salida de la rotonda vamos a tomar y quién tiene la preferencia de paso en cada momento. El resto de cuestiones son secundarias.
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Cómo elegir carril en una rotonda
Lógicamente, lo primero de todo será elegir el carril por el que vamos a entrar en la rotonda. Aunque haya varios tipos de rotonda, como la rotonda de dos carriles, las de tres o cuatro carriles, las rotondas urbanas o interurbanas, el funcionamiento es siempre el mismo: hay que circular por la rotonda como lo hacemos en cualquier carretera, autovía, autopista, etc. Es decir, lo haremos por el carril de la derecha -el exterior- y solo cambiaremos a los carriles si es necesario.
Y aquí tiene una gran importancia la salida que vas a tomar. Si tu salida es la primera, deberías entrar en la rotonda por el carril derecho, ya que serás de los primeros vehículos en abandonarla. En cambio, si tu salida es de las últimas siempre puedes desplazarte al carril o los carriles interiores para no entorpecer la marcha de los vehículos que van a salir en las primeras salidas. Eso sí, a medida que se acerque nuestra salida nos desplazaremos al carril derecho.
Seguro que más de una vez te has cruzado con un coche que ha tomado la salida de la rotonda desde el carril central o incluso desde el izquierdo, si es una rotonda de tres carriles. Sobra decir que es una maniobra temeraria, ya que por mucho que la anticipes con el intermitente los conductores de los otros vehículos no pueden adivinar si vas a pasarte al carril derecho o si vas a dejar la rotonda. Abandonar de este modo una rotonda puede provocar un accidente al realizar una maniobra que el resto de conductores no esperan.
La preferencia en las rotondas
Si la circulación en las rotondas era idéntica que en el resto de tramos, la preferencia de paso en las rotondas sigue las mismas normas que el resto de cruces con la única excepción de que los vehículos que están dentro de la rotonda siempre tienen preferencia sobre los que se van a incorporar a ella. Por eso en la incorporación a las rotondas lo habitual es encontrar una señal de ceda el paso que nos recuerda que la preferencia es de los vehículos que ya están en la rotonda.
También es importante recalcar que el vehículo de la derecha tiene preferencia. Por eso, si ocupamos el carril izquierdo y circulamos en paralelo con un coche situado en el carril derecho y llegamos a una rotonda, tendremos que cederle el paso al vehículo que circula por la derecha. Esto también se aplica a la hora de salir de la rotonda: si estás en el carril central o izquierdo porque vas a tomar una de las últimas salidas pero no puedes desplazarte al derecho para abandonar la rotonda, tendrás que dar otra vuelta a la glorieta hasta poder situarte en el derecho y tomar la salida.
Excepciones
El código de circulación incluye una serie de excepciones en la normativa de circulación de las rotondas. Por ejemplo, los vehículos de gran tamaño -autobuses, camiones- o emergencias -ambulancias, bomberos- no siempre pueden seguir el carril asignado así que tendrán que trazar la rotonda ocupando varios carriles y el resto de conductores deberán permitírselo. Algo similar pasa con los ciclistas que circulan en grupo: todo el pelotón se considera un solo vehículo, así que una vez ha entrado el primero hay que esperar a que pase el último.
Errores habituales en las rotondas
Aunque la normativa es muy simple, no todos los conductores la dominan o la ponen en práctica como deberían, lo que puede ser peligroso para el resto de usuarios. Más allá de no tratar a todos los ciclistas del pelotón como un solo vehículo, conductas como tratar de superar la rotonda lo más recta posible, sin respetar los carriles o intentar salir de la rotonda desde cualquier carril, sin tener en cuenta que los coches que vienen por nuestra derecha tienen preferencia, son más habituales de lo que deberían, y suponen un peligro para quienes las realizan y para el resto de conductores.
la aclaracion que he solicitado no puede estar más clara y fraficamente muy bien explicada.Un saludo.