Todos los conductores están obligados a pasar la ITV. Pero, ¿qué es exactamente la ITV? ¿Cómo funciona? Y, lo más importante, ¿cuántos tipos de inspección hay? A todas estas preguntas vamos a intentar responder en los próximos minutos, pero lo primero de todo será tener claro qué servicios ofrece la ITV, más allá de las siglas de la Inspección Técnica de Vehículos. Y si nos limitásemos a decir que es una inspección periódica y obligatoria que garantiza la circulación legal y segura de los vehículos nos quedaríamos cortos.
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Qué es la ITV
Porque sí, la ITV es esa inspección periódica y obligatoria para todos los vehículos de tracción mecánica que circulan por las carreteras españolas, pero hay otros tipos de inspección puntuales que también forman parte de la ITV, y que no son tan conocidos por el público en general. La razón la descubriremos si decimos que cerca del 90% de los servicios realizados por las estaciones de la ITV están relacionados con la ITV obligatoria, mientras que la ITV no periódica apenas llega al 10% de los servicios.
La ITV periódica y obligatoria
Como su nombre indica, el tipo de ITV más habitual para pedir cita es la inspección a la que todos los vehículos deben someterse cada cierto tiempo para poder circular. Si la Policía o la Guardia Civil detectan un vehículo que no ha pasado la ITV pueden inmovilizarlo, y el conductor será multado. Gracias a la ITV periódica y obligatoria se pueden detectar fallos de seguridad en los vehículos, lo que permite garantizar la seguridad vial tanto para el conductor y los ocupantes de ese vehículo como para el resto de usuarios de la vía.
Hay tres factores que determinan la periodicidad de la ITV: el tipo de vehículo, su función y la edad que tiene. Por ejemplo, los ciclomotores no la pasan hasta los 3 años, y será siempre bianual. Lo mismo pasa con motos, vehículos de 3 ruedas, cuadriciclos o quads, solo que están exentos hasta los 4 años. Los turismos, autocaravanas y vehículos vivienda están exentos hasta los 4 años, es bianual hasta los 10, cuando se convierte en anual; las caravanas remolcadas con una MMA superior a 750 kg. solo la pasan cada dos años a partir de los 6.
Los vehículos especiales de obras y servicios tienen la misma periodicidad que los vehículos convencionales, mientras que los taxis, ambulancias y autobuses la pasan anualmente hasta los 5 años y semestralmente desde entonces. Todos los vehículos de mercancías pasarán la ITV semestral a partir de los 10 años. Los que tengan una MMA superior a 3.500 kg. la pasarán de forma anual hasta entonces, y el resto a los 2, 4 y 6 años, y de forma anual hasta los 10. Por último, los vehículos de alquiler la pasan de forma anual entre los 2 y 5 años, cuando pasa a ser semestral.
Las ITV no periódicas
Como decíamos, más allá de la ITV convencional existen una serie de inspecciones que podríamos calificar de extraordinarias, ya que se realizan de forma puntual para regularizar algunos aspectos del vehículo. Aunque no sean periódicas, tienen la misma validez y los mismos efectos que la ITV convencional: si el vehículo no supera la ITV no periódica, no podrá circular hasta que el dueño haya subsanado los problemas que provocaron esa ITV desfavorable o negativa.
Estas inspecciones se realizan en situaciones excepcionales. Entre ellas encontramos el duplicado de la tarjeta ITV por robo, pérdida o deterioro,;la ITV previa a la matriculación, en especial si es un vehículo de importación -la documentación a aportar dependerá del país de origen del vehículo-; cuando se han realizado reformas de importancia que exigen una homologación, la revisión del taxímetro o las inspecciones voluntarias cuando el conductor quiere conocer el estado exacto de su coche.
Otras inspecciones
Cualquier vehículo que haya sufrido un accidente causante de importantes daños en los elementos de seguridad (dirección, suspensión, transmisión o frenado), al bastidor, a la estructura autoportante de los puntos de anclaje, etc. deberá pasar la ITV para vehículos accidentados antes de volver a circular una vez reparado. Aquí podemos incluir los vehículos de transporte escolar y de menores, que pasan una ITV específica para esta función. También podemos acudir a la ITV para pesar el vehículo si la estación está equipada para ello.
Por último, hay que hablar de la ITV por cambio de servicio. Al matricular un vehículo se le da el servicio para el que está destinado (público, privado, autoescuela, alquiler, etc.), lo que entre otras cosas determina la periodicidad con la que tendrá que pasar la ITV obligatoria. Sin embargo, un vehículo puede pasar por varios servicios a lo largo de su vida útil, y si tienes que cambiar el servicio de tu vehículo tendrás que llevarlo a la ITV para que actualicen la tarjeta ITV, además de ir a Tráfico para modificar el permiso de circulación.