A la hora de contratar el seguro para que nuestro vehículo pueda circular son muchas las mentiras o medias verdades que todos tenemos en la cabeza y damos por ciertas a base de ir circulando de boca en boca. Algunas de estas creencias tienen una base real, otras ni siquiera se sabe bien el por qué se defienden, pero casi todos en alguna ocasión hemos afirmado alguna de estas cosas sin pararnos a pensar si se corresponden totalmente con la realidad.
Por ejemplo, son muchas las personas que están convencidas de que pagar un seguro a todo riesgo es siempre la mejor opción. Sin embargo afirmar esto sin matices no es ni mucho menos cierto.
Cada caso es un mundo.
Hay que tener en cuenta la edad del coche, ya que por un vehículo muy viejo la indemnización que nos darán en caso de siniestro es muy pequeña También hay que tener en cuenta que si le vamos a poner franquicia a un vehículo de muchos años puede ser un poco absurdo asegurarlo porque si la reparación es demasiado grande podría suponer ya un siniestro debido a su edad. Y si no se la ponemos la prima puede ser realmente alta. Así pues hay que valorar todos los puntos cuidadosamente antes de tomar una decisión.
También está arraigada la creencia de que dar un parte de accidente siempre va a suponer una subida en el recibo de nuestro seguro. La realidad es que muchas aseguradoras tienen en cuenta el importe del accidente, las circunstancias en que se ha producido y el tipo de accidente que ha sido para decidir si se incrementa o no la cuota y si se pierde la tan querida bonificación.
Hay que notificar todos los extras que se añaden.
Colocar de forma legal un alerón al vehículo o una radio o aparato de GPS no implica que esté cubierto en caso de accidente. Cada extra que no venga de serie tendrá que ser declarado a la compañía si queremos que sea incluido en el seguro del coche.
Por último muchas veces contratamos todos los seguros con una misma compañía esperando que de este modo podamos ahorrar un buen pico. En algunos casos es así, pero en otros la compañía puede estar especializada en un tipo de seguro concreto y sin embargo trabajar poco y caro otro. Compare siempre lo que le suponen los seguros por separado en diferentes compañías para evitar pagar de más por dar por sentado que todas las aseguradoras trabajan de la misma forma.