Sea por descuido, sea por negligencia, alrededor de millón y medio de conductores circulan por las carreteras españolas sin haber pasado la ITV. Pues bien: a partir de ahora, la DGT cuenta con un muy efectivo sistema para perseguir a los que no hayan cumplido con esta obligación que exige la Ley.
Gracias al Itici, un sistema de intercambio de datos que unifica a la DGT y los diferentes talleres de ITV, éstos tienen información técnica en tiempo real del coche que están revisando, a la vez que envían, también instantáneamente, aviso a la Dirección General de Tráfico de que el automóvil ha superado la inspección.
A los agentes de Tráfico les bastará con consultar su PDA para informarse sobre cualquiera de los vehículos de los que deseen conocer si ha superado o no la ITV. Tendrán a su disposición los datos en tiempo real, de modo que le retirarán el carnet al conductor y le proporcionarán un volante que le permita circular sólo hasta el taller, para lo que tendrá un plazo de diez días.
Un sistema ya casi implantado
Con este sistema se hace mucho más difícil eludir las multas, que llegan a 200 euros y que se quedan en cien, si se pagan en el plazo de una semana. También hay que recalcar que la sanción no supone pérdida de puntos del carnet de conducir en ningún caso.
Ya es el 90% de los talleres de ITV en España el que tiene implantado el Itici y, a finales de este mes, llegará a la totalidad de los centros. Tal como afirma el secretario general AECA-ITV, la asociación que aúna los centros de ITV en España, Luis Rivas, “Después de cruzar los datos que proporcionamos a Tráfico con los del parque de vehículos, la DGT podrá dirigirse a los conductores, si ha pasado un tiempo considerable, para apercibirlos o instarlos a que cumplan el trámite o informen a la Administración si es que ha habido algún cambio relacionado con su vehículo.”
Peligros ambulantes
Rivas calcula que el 15% de los turismos, una de cada diez motocicletas y tres de cada diez furgonetas, evitan someterse a la inspección “porque saben que no la van a pasar”. Y es que “Pasados doce años de vida de un vehículo su valor no supera los 1.500 euros y muchas veces la factura del taller sobre las mejoras mecánicas a las que tendría que someterse para pasar la ITV son superiores a su valor real.”
“De ahí –continúa el responsable- que su titular se desanime al comprobar que vale más el collar que el perro. Así muchos prefieren arriesgarse a circular sin haber pasado el trámite y a ser sorprendidos por un guardia de tráfico antes que arreglar todo lo necesario. Son situaciones de absoluta negligencia e irresponsabilidad porque no es justo que una persona que circula en condiciones adecuadas se vea expuesta a un accidente por culpa de un irresponsable.”