El caso de la ITV en Cataluña continúa su proceso. El juez sigue tomando declaración a imputados y testigos y le ha tocado presentarse a dar su versión al antiguo secretario general de la Conserjería de Empresa de la Generalitat catalana.
El fiscal del caso está convencido de que Colet contrató a Tous, ex número dos de la diputación de Barcelona e imputado en el caso de la ITV, presionado por Oriol Pujol.
Colet ha declarado en calidad de testigo.
En calidad de testigo Colet ha declarado no haber recibido ningún tipo de presión por parte del señor Pujol cuando era portavoz de su grupo parlamentario. No obstante, ante la insistencia del fiscal, reconoció que habían hablado del tema aunque siempre de una forma genérica y en medio de otras preguntas relacionadas con el cargo institucional de Oriol Pujol.
El fiscal se mostró muy duro con el interrogado, dudando en todo momento de su palabra y llegando a preguntarle si estaba seguro de su declaración, a lo que Enric Colet declaró que estaba completamente seguro.
¿Recibió alguna orden?
Esta fue la pregunta que el juez realizó a Josep Canos, ex director general y que también ha declarado como testigo. La pregunta hacía referencia a si había recibido instrucciones de Oriol Pujol para que fuera nombrado Tous mediador de la Generalitat en los asuntos judiciales referentes a las ITVs. La respuesta fue tajante y no dejaba lugar a la interpretación: “No, nunca, nunca, nunca he recibido ninguna orden”
Josep Canos dijo sentirse sorprendido de saber que el señor Tous cobrara 2000 euros al mes de Puignou y dijo desconocer que Tous trabajara para la administración y para el sector interesado a la vez. “Alguien que ya trabajase para alguna parte, evidentemente no lo hubiéramos contratado” afirmó en sus declaraciones.
Un caso que cada vez parece implicar a más cargos políticos.
Lo cierto es que el caso de la ITV cada vez implica a más políticos y las escuchas telefónicas que se van conociendo hacen que cada vez haya más dudas de la inocencia de estos, con el señor Oriol Pujol al frente. La opinión pública ya ha podido leer gran parte de la transcripción de estas escuchas y comienza a emitir su propio veredicto, harta de un escándalo político tras otro sin que nadie quiera reconocer responsabilidades.