El pasado lunes 27 de mayo a las 16 horas está prevista la declaración de la esposa de Oriol Pujol, Anna Vidal por su presunta implicación en la causa abierta a su marido por el escándalo de las ITVs en Cataluña.
No será la única en declarar dentro de esta ronda en la que se pretende clarificar si realmente hubo una trama encargada de amañar los concursos de adjudicación de las inspecciones de vehículos a favor de empresas afines. A lo largo de la semana tendrán que declarar también varios ex altos cargos de la Consellería de Empresa durante la legislatura anterior a la actual.
Anna V. tabajó para la empresa de uno de los imputados.
La esposa de Pujol presuntamente trabajó durante un tiempo para la empresa Alta Partners, propiedad de Sergi Alsina, íntimo amigo de su marido y actualmente imputado en la trama de las ITVs catalanas.
Oriol Pujol ya ha negado la implicación de su mujer y las informaciones que apuntaban a que había sido co beneficiaria de esta empresa que facturó casi siete millones de euros el pasado año.
Cabe recordar que estas investigaciones comenzaron tras la detención en marzo de 2012 de varios de los implicados a raíz de informaciones aparecidas en el Caso Campeón en Galicia, que derivaron en el descubrimiento de esta presunta trama delictiva.
Los interrogatorios continuarán al menos hasta el once de junio.
Varios altos cargos de la Generalitatasí como el ex número dos de la diputación de Barcelona, tendrán que declarar por segunda vez ante el juez que instruye el caso para tratar de aclarar la dudas sobre su inocencia y demostrar que no tenían nada que ver con la creación de Upprime Energy así como de otras empresas, para aprovecharse de trato de favor y conseguir que se les diera la concesión de varias inspecciones técnicas.
Esperemos que de una vez por todas se depuren responsabilidades y la justicia no se eternice en trámites eternos que hagan distraer la atención de la opinión pública. En este caso se habla de políticos con cargos muy importantes en Cataluña y podrían estar salpicados más ex altos cargos, que aunque en algunos casos ya no tengan cargos políticos deberán de pagar igualmente por los delitos que hayan cometido si se demuestra que así ha sido tal y como todo parece apuntar cada día con más fuerza.