Mientras la ampliación del sector concesionario de las Estaciones de Inspección Técnica planea sobre las mesas de los despachos, otra guerra se libra dentro de las empresas concesionarias.
Cataluña, Irún y Urnieta están protagonizando la lucha entre los trabajadores y las empresas concesionarias para firmar los nuevos convenios colectivos que regirán sus relaciones laborales en los próximos años.
En Cataluña llevaban nueve meses de negociaciones entre la patronal y los sindicatos CCOO, UGT y SRT para conseguir un nuevo convenio colectivo que satisficiera a todas las partes. Y por fin, el 30 de septiembre llegaron a ese acuerdo.
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Conseguido el acuerdo en Cataluña
Este nuevo convenio afecta a más de 1.000 trabajadores y fija las condiciones laborales de sueldo y horario hasta 2015. Las negociaciones mantenidas han dado como resultado final un aumento del salario para el 2013 del 1’75%, mientras que para los años próximos será del 0’6%, ajustándose al IPC si éste subiera por encima de esa cifra.
También se ha pactado un 15 % de plus para aquellos empleados que trabajen durante el mes de agosto y los festivos de Semana Santa y Navidad. En cuanto al ajuste de la jornada irregular, se ha fijado en 90 horas anuales. Se mantienen, así mismo, las coberturas por antigüedad y la indemnización del 100% por incapacidad temporal.
Se enconan las posiciones en el País Vasco
Sin embargo, en las ITVs de Irún y Urnieta, el pulso entre los trabajadores y TÜV-Rheinland se polariza cada vez más sin llegar siquiera a sentarse frente a frente en la mesa de negociación.
El conflicto comenzó ya el año pasado con paros intermitentes que se han ido intercalando con periodos de tiempo en los que las negociaciones parecían posibles. Pero a partir de marzo de este año comenzaron de nuevo los paros al estancarse las posiciones de ambas partes.
Ampliadas las jornadas de huelga
En junio la empresa fijó sus condiciones para el próximo convenio, sin dar más opciones a sentarse a negociar, con lo que los trabajadores se vieron avocados a aceptarlas o a radicalizar sus métodos de presión. Y ahí comenzó una huelga de tres meses de paro total en Irún y con reducción de asistencia en Urnieta.
El 15 de septiembre terminaba el plazo dado para este nuevo periodo de huelga, pero ante el mantenimiento de la negativa a sentarse a negociar de los representantes de la empresa TÜV-Rheinland, el comité de empresa ha decidido continuar en huelga un mes más.