Los errores más tontos pueden salir muy caros

Cuándo conducimos hemos tomado como normales ciertos comportamientos que sin embargo el código de circulación deja muy claro que no están permitidos. Aunque muchas veces incluso la guardia civil hace la vista gorda y nos permite continuar ruta sin penalizarnos, lo cierto es que si nos encontramos con un agente más estricto o con una patrulla que no ha llegado a su cupo de multas, nos puede salir realmente caro.

Todos aceleramos cuándo vemos un semáforo en ámbar para poder pasarlo antes de que se ponga rojo. Es muy normal que cuándo el copiloto nos regaña por eso le contestemos indignados que estaba en ámbar. Pues bien, pasarse un semáforo en ese color supone una multa si nos ve un agente.

man driving and eating

La multa puede ser de unos ochenta euros, exactamente el mismo importe que nos cobrarán si nos pillan con el brazo fuera del coche, imitando al famoso anuncio de “me gusta conducir”, o si el agente considera que llevamos la música excesivamente alta y estamos molestando al resto de ciudadanos.

Comer y beber al volante está prohibido

Si eres de los que te gusta tomar un café mientras conduces o acostumbras a dar un trago de la botella de agua, mejor olvídalo. Y lo mismo si para ahorrar tiempo te tomas unas galletas de camino al trabajo y desayunas.

Ese pequeño refrigerio te puede salir por la friolera de 200 euros más dos puntos del carnet, que duelen aun más que los “aurelios” para los que dependen del coche para ir a trabajar.

Tampoco intentes ahorrar tiempo pintándote los labios, peinándote o acicalándote, ya sea con el coche en marcha lo cual es evidentemente temerario o ya sea tranquilamente detenido en un semáforo porque la multa es la misma que por desayunar al volante. Así que mejor madruga media horita y sal de casa peinado, maquillado (o maquillada) y bien desayunado.

Curiosamente si puedes echarte el pitillito de camino al trabajo, porque eso por ahora se consiente sin problemas. Aunque francamente, no veo la diferencia y lo mismo podría ocurrirle a un guardia con el día atravesado.

La etiqueta al volante es imprescindible

Y si cuándo marches para la oficina debes de hacerlo acicalado y comido, recuerda hacerlo también bien vestido, ya que conducir descalzo o sin camiseta también es motivo de sanción por parte de las fuerzas del orden. ¿Será que el torso serrano de algún conductor puede distraer a los que se crucen por el camino?

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