El pasado 10 de julio del 2012 la persona que denunció se dirigió a la estación de inspección técnica de vehículos de la provincia de Lugo situada en el polígono de O Ceao. Al someterlo a la prueba de opacidad el empleado comenzó a dar bruscos acelerones durante un periodo de tiempo prolongado y el vehículo se paró.
Tras varios intentos para que volviera a encender no hubo manera de conseguirlo y el coche tuvo que ser recogido por una grúa y llevado a un taller cercano. La reparación costó 2.735 euros que el dueño del vehículo reclamó a la estación de ITV. Estos se negaron a pagar alegando que se trataba de un problema que el coche tenía con anterioridad y que se manifestó al realizar la prueba.
Ante esta negativa el afectado denunció ante los juzgados de Lugo y la pasada semana el juzgado de primera instancia le daba la razón y condenaba a la estación del polígono de O Ceao a pagar el importe de la reparación.
Una estación sobre la que hay más quejas.
Al publicarse esta información en Internet han sido varios los usuarios que han intervenido en los foros y comentarios públicos para indicar que es habitual que en esa estación sean muy poco delicados con los coches y que se excedan al dar los acelerones para realizar la prueba de opacidad.
La estación, por su parte, no ha realizado ningún tipo de declaración sobre los hechos ni ha comentado la sentencia.
La prueba de opacidad, conocida popularmente como prueba de humos o prueba de gases cuando se refiere a vehículos de gasolina, mide la cantidad de gases que emite el tubo de escape del vehículo. Para realizar esta medición es necesario acelerar varias veces el coche, pero sin sobrepasar las revoluciones máximas que el vehículo puede soporta y que en este caso fueron claramente superadas.
Un precedente a tener en cuenta
Esta sentencia supone un precedente a tener en cuenta por si algo similar nos sucede al pasar la inspección obligatoria de nuestro vehículo, que debe de ser tratado durante la misma con todo el cuidado necesario para que no sea dañado en ningún momento.
Esperemos que este caso sea algo excepcional y que no se repitan más denuncias de este tipo ni en esta ni en ninguna otra estación. Ya tiene delito que quienes tiene que asegurarse de que nuestro coche sea seguro para conducir lo maltraten y lo averíen.
Pandilla de inutiles, sobretodo el señor B____ que aparte de ser feo de cojones es un autentico maleducado.