Quizá alguna vez hayas oído hablar del valor venal de tu coche, un concepto tan desconocido por la mayoría de conductores como importante. A grandes rasgos, el valor venal del coche significa el valor de mercado que puede alcanzar al venderlo de segunda mano. Sin embargo, las cosas no siempre son tan simples, y una cosa será el valor venal en ese mercado de segunda mano y otra el que le de tu aseguradora, que probablemente sea diferente al de ese mercado de compraventa y que debería aparecer en la póliza del seguro.
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El valor venal y las aseguradoras
En caso de sufrir algún percance con tu vehículo, el seguro puede indemnizarte con el valor íntegro del mismo -extras incluidos- siempre que siga fabricándose. Si no es así, la aseguradora te pagará una cantidad equivalente al precio del vehículo, ajustándose a un modelo equivalente que esté en el mercado en ese momento. Tú, como asegurado, puedes decidir si te indemnizan en metálico o en especie, es decir, con un coche. Al menos, eso es lo que dice la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro en su Artículo 18.
Y aquí entran en acción conceptos como el de valor de reposición o el valor venal. El valor de reposición es el valor de un coche al comprarlo en el momento inmediatamente previo a un siniestro; es decir, la antigüedad del vehículo, en años, es la misma que la del vehículo accidentado. No cuentan ni el estado ni los kilómetros del vehículo, aunque dentro del valor de reposición sí que se pueden incluir los extras siempre que estén consignados en la póliza. En ocasiones nos referimos al valor de reposición como valor de mercado, ya que son sinónimos.
En cambio, el valor venal es el valor del vehículo al venderlo justo antes del siniestro vial, para lo que solo se valoran la antigüedad y los extra, pero no los kilómetros o el estado del vehículo. Así, la diferencia entre valor de reposición y valor venal es la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta del mismo vehículo. Se trata de una diferencia comercial, afectada por las hipotéticas reparaciones que se hagan antes de volver a venderlo, independientemente de los beneficios en el proceso, impuestos y tasas de Tráfico, etc.
Valor venal mejorado
Finalmente hay que hablar del valor venal mejorado, un concepto todavía más difuso. Cuando se realiza la tasación de un vehículo, el perito es el encargado de calcular el valor venal del coche. En estos casos se toman como referencia los datos que publican publicaciones de los profesionales de compraventa de vehículos (normalmente Eurotax y/o Ganvam), y las aseguradoras añaden un porcentaje determinado en las cláusulas de la pólizas.
Sin embargo, la empresa responsable de la operación puede aumentar el valor venal del vehículo, generando así el valor venal mejorado. Se trata de una cifra a medio camino entre el valor venal y el valor de reposición, y es muy volátil ya que depende de las condiciones de negociación del propio conductor o del seguro, en caso de accidente.
Cómo calcular el valor venal
Hay varios métodos para calcular el valor venal de un coche, pero la clave está en las cifras oficiales de Hacienda, que publica periódicamente las tablas de valores en el BOE. Se trata de un listado ordenado por marcas y modelos, aunque el uso de una calculadora del valor venal es mucho más rápido y efectivo.
Para ello se parte de la primera fecha de matriculación del vehículo, que nos da su antigüedad, y luego se añaden marca, modelo y versión para obtener su valor oficial, un porecentaje según los cálculos de Hacienda. Puedes comprobarlo en esta tabla:
Antigüedad del coche | Porcentaje* |
---|---|
Menos de 1 año | 100% |
Entre 1 y 2 años | 84% |
Entre 2 y 3 años | 67% |
Entre 3 y 4 años | 56% |
Entre 4 y 5 años | 47% |
Entre 5 y 6 años | 39% |
Entre 6 y 7 años | 34% |
Entre 7 y 8 años | 28% |
Entre 8 y 9 años | 24% |
Entre 9 y 10 años | 19% |
Entre 10 y 11 años | 17% |
Entre 11 y 12 años | 13% |
Más de 12 años | 10% |
*Porcentaje válido para turismos, todoterrenos y motocicletas. Si el vehículo se ha dedicado en exclusiva durante 6 meses o más a la enseñanza de conductores, alquiler de vehículos sin conductor o taxi su valor venal se reduce un 70% más.