Igual que pasa con los alimentos, las multas caducan. Cualquier sanción de tráfico tiene un plazo de prescripción y, aunque es difícil librarse de la multa porque esta haya prescrito, sí que es importante conocer el plazo de prescripción de las multas de tráfico. Eso sí, es algo que no está en tus manos sino que depende de la actuación de la Administración, que también tiene la potestad de ampliar el periodo de prescripción mientras completa las diligencias necesarias para su notificación.
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La prescripción de las multas de tráfico
Cuando un conductor comete una infracción de tráfico, se abre el plazo de notificación. Es el tiempo que la autoridad competente (la DGT o el Ayuntamiento) tienen para notificar al infractor que ha sido multado. Debe ser una notificación en persona, así que si por ejemplo te han puesto una multa de aparcamiento y el agente ha colocado el boletín en el parabrisas pero no ha esperado para notificarte personalmente la infracción se considera que no se ha notificado. Para ello, tiene que llegarte a casa la carta con la multa.
La Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial es la que establece el plazo de prescripción de multas de tráfico, y lo sitúa en 3 meses para las infracciones leves y 6 meses para las infracciones graves. Si pasado ese tiempo no te ha llegado la notificación de que te han multado, esta caduca. Llegados a este punto, algún conductor puede pensar que tirando de ingenio y picaresca puede librarse de la multa, pero nada más lejos de la realidad: esta Ley también establece los mecanismos necesarios para evitar el fraude.
Hubo un tiempo en que bastaba con no abrirle la puerta al cartero para evitar que nos diese la carta con la multa. Así, las notificaciones se devolvían bajo el pretexto de que el destinatario estaba “ausente” o era “desconocido”. Sin embargo, la Administración cuenta con herramientas como la Dirección Electrónica Vial, la web de la DGT o el TESTRA (Tablón Edictal de Sanciones de Tráfico) para notificar las sanciones a los conductores. Es más, incluso la podrían notificar por SMS.
La interrupción del plazo de prescripción
Cuando la DGT o el Ayuntamiento de turno notifican la sanción por estos métodos, el plazo de prescripción se paraliza ya que la multa pasa a estar notificada. Pero la administración también puede interrumpir el plazo de prescripción mientras averigua la identidad o el domicilio del denunciado. Esto evita que se pueda recurrir al truco de rechazar la carta, ya que la multa se notifica por otros métodos, pero también hace más difícil calcular el plazo de prescripción de las multas de tráfico.
¿Qué pasa si me cobran una multa que ha prescrito?
La Administración está obligada a comprobar que la sanción no ha prescrito antes de notificarla al conductor infractor. Así, si recibes una multa que ha prescrito no tendrás que pagarla. De todas formas, nunca está de más consultar ante la autoridad pertinente si efectivamente se trata de un error o se ha aplicado una interrupción del plazo de prescripción. También puedes solicitar apoyo legal a tu aseguradora o a las asociaciones de conductores para acabar librándote del pago de una multa que te han notificado fuera de plazo.
Qué hacer si una multa no ha prescrito
En caso de que nos notifiquen la multa sin que se haya cumplido el plazo de caducidad, tendrás que pagarla como una multa más. Recuerda que puedes beneficiarte de la reducción pro prontopago. Sin embargo, esto nos impedirá presentar recursos o alegaciones, lo que nos lleva a nuestro último recurso para librarnos de abonar la sanción gracias a la prescripción: la prescripción de la sanción, otra herramienta legal con la que podemos evitar la multa aunque como en el caso de la prescripción de la notificación solo podremos utilizar de forma puntual.
No conviene confundir ambos conceptos, ya que para poder darse la prescripción de la sanción, esta debe estar correctamente notificada al conductor que cometió la infracción. Las sanciones caducan a los 4 años en caso de ser económicas y al año si son de otro tipo, generalmente trabajos para la comunidad en los casos de Tráfico. Eso sí, aquí tampoco vale el no pagar voluntariamente, ya que corres el riesgo de que el organismo sancionador inicie un procedimiento contra ti que puede acabar con tus cuentas embargadas.
Como ves, es bastante complicado librarse de una multa porque ha prescrito. De hecho, es más fácil librarnos de una multa alegando su nulidad por defectos de forma (ausencia de faldón de recursos, errores en la hora en que se cometió la infracción, en los datos del conductor, si aparece la identidad del agente que nos ha denunciado) que porque esta haya prescrito, pero en ocasiones a la Administración se le pasa enviar las multas, y hay que estar preparados para actuar ante estas situaciones.