Seguro que más de una vez has oído hablar del filtro antipartículas de los coches, pero… ¿sabes qué es y para qué sirve? Hablamos de un elemento que nos permite reducir y eliminar las emisiones contaminantes del coche, aunque cuidado, no todos los coches lo montan. Este FAP -por sus siglas en español- o DPF -en inglés- solo lo equipan los coches diésel posteriores a 2006, es decir, los que cumplen con las normativas Euro 5 y Euro 6. Los vehículos diésel previos a estas normativas no están obligados a contar con el filtro.
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¿Qué es el filtro antipartículas?
El filtro antipartículas es un dispositivo que se localiza en el tubo de escape de estos vehículos, y se ocupa de la retención y destrucción de las partículas sólidas generadas por el motor, lo que más comúnmente conocemos como carbonilla. Estas partículas quedan atrapadas en las paredes porosas del filtro, lo que permite reducir el nivel de emisiones contaminantes de los vehículos diésel y de paso les permite cumplir con la normativa ambiental. De hecho, el FAP y el catalizador permiten reducir los niveles de emisiones nocivas con una eficiencia superior al 95%.
Cuando el filtro antipartículas está lleno, el propio FAP incinera las partículas en un proceso que se llama regeneración. Quizá hayas notado que cada 300 o 400 km. el motor suena algo más grave y aumenta un poco el consumo de carburante, aunque no afecta al rendimiento. Eso se debe a que se inyecta más combustible de lo habitual para que la temperatura de los gases de escape suba más allá de los 600ºC y se quemen las partículas. De esta manera, la negra y densa humareda que antes echaban los diésel solo es un recuerdo del pasado.
Tenemos dos tipos de filtros antipartículas. En la mayoría de casos se trata de un FAP sin aditivo que se coloca cerca del motor. El recorrido de los gases es corto, lo que facilita la combustión, y su vida útil es idéntica a la del coche. Aquí se pueden incluir los sistemas con inyector de gasoil antes del filtro de partículas, situados algo más lejos del motor, y que al inyectar el gasoil este se quema hasta que llega a la temperatura necesaria para que se quemen las partículas en el filtro.
Por otra parte están los filtros de partículas con aditivo, mucho menos habituales. De hecho, los equipan los Hdi de PSA, Peugeot-Citroën y pocos fabricantes más. A diferencia del caso anterior, nos encontramos con que el filtro está más lejos del motor, así que para incinerar las partículas hay que añadir un aditivo al gasoil que se activa cuando entra en contacto con las partículas dentro del propio filtro. Eso sí, aquí tenemos que rellenar el depósito de aditivo cada unos 100.000 km.
Averías frecuentes del filtro antipartículas
El proceso de incineración de las partículas tiene una duración de unos 15 o 20 minutos en los que no deberíamos apagar el motor. En ocasiones es difícil saber si estamos en pleno proceso de quema de partículas o no, y aunque interrumpir una vez el proceso no tiene grandes consecuencias para el mecánica del vehículo, que la situación se reitere en el tiempo sí que puede ser peligroso. De hecho, tras interrumpir más de tres veces el proceso, el filtro se atasca, impidiendo la salida de gases, y se enciende el testigo de avería.
No son averías frecuentes, o muy frecuentes, pero sí que se pueden dar, y tienen un coste caro. En ocasiones, en el taller pueden hacer la regeneración mediante diagnosis, lo que nos salvará de una reparación que puede irse a los 1.200 € sin problemas ya que además de cambiar el filtro sería conveniente cambiar el catalizador. Si el filtro antipartículas del coche está obstruido, el vehículo no pasará la ITV así que no tenemos más remedio que rascarnos el bolsillo y hacer frente a la reparación.
Consejos de mantenimiento del filtro antipartículas
Sin lugar a dudas, el mejor truco para evitar las averías en los FAP es no apagar el motor durante la regeneración, en especial si el vehículo indica que está en ese proceso. En este sentido, desactivar los sistemas start-stop en ciudad nos puede ayudar a evitar estos parones. Es más, los trayectos cortos impiden que el filtro antipartículas funcione a pleno rendimiento al no llegar a los 600ºC de temperatura, así que trata de evitar estos desplazamientos.
Otro de los consejos más interesantes es respetar el mantenimiento del vehículo que nos indica el fabricante. Por último, si eres de los que solo utilizan el coche en ciudad, deberías salir de vez en cuando a la carretera para circular una media hora sobre las 2.500 rpm para que se complete la regeneración. Deberías repetir la operación cada 1.000 km., y si no es posible salir a vías interurbanas trata de circular un cuarto de hora a unas 3.000 rpm por ciudad.