Si hay que cruzar la Península entera a lomos de la “burra”, se cruza. Así parecen pensar los moteros que llevan meses provocando un goteo leve, aunque constante en la localidad murciana de Alcantarilla. A su ITV llegan motos de toda España.
Se trata de modelos de importación, de las marcas Harley Davidson, Suzuki y Yamaha que deban adaptarse a la normativa europea sobre emisión de gases contaminantes, ruidos e iluminación. Y deben hacerlo antes de que la Guardia Civil sorprenda a sus dueños.
Si así fuera, si las autoridades de Tráfico detuvieran a uno de estos moteros, este debería enfrentarse a la inmovilización del vehículo ya una acusación por falsedad en documento oficial, debido a los datos que rezan en las tarjetas de inspección técnica.
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Motos en “busca y captura”
Los “moteros” que están pasándose por la ITV de Alcantarilla son los propietarios de alguna de las cinco mil motocicletas que en 2011 se encontraban en “busca y captura” por parte del Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil (GIAT), debido a que la Dirección General de Tráfico había avisado de que estas motocicletas importadas estaban circulando por las distintas vías españolas sin homologación y con certificados falsos.
Las monturas proceden de Estados Unidos y Canadá, de modo que sus propietarios de ahorran entre 600 y 800 euros por pieza si no pasan por el trámite de homologarlas según la ley europea.
Certificados dudosos
Algunos de los certificados falsos se habían emitido, supuestamente, desde la estación de Alcantarilla, según informaba en su momento Harley Davidson España, que también dirigía su mirada a ITVs del resto de la región, así como de Castilla-La Mancha, entre otras varias.
De esta forma, según informa el diario murciano “La Verdad”, los dueños de las Harley no pueden pasar las inspecciones en los talleres cercanos a su lugar de residencia y han de legalizarlas regresando a estas otras estaciones –y pagar la homologación, de todos modos-.
Los defectos
Algunos de los trabajadores del taller murciano ha explicado, eso sí, de forma anónima, que entre las diferencias no homologadas de estas motos se hallan se hallan o velocímetros en millas, en lugar de en kilómetros o los escapes que no cumplen con la ley vigente en Europa de ruidos y emisiones contaminantes. Tampoco pueden olvidarse pequeños detalles como es el caso de los espejos, pilotos y faros, que no llevan el distintivo de la CE.
En torno al ochenta por ciento de las motos en esta situación son Harleys, procedentes de cualquier punto de España.