Actualmente en España siete de cada diez coches que se venden funcionan con motor diesel. Desde el año 2009 hay circulando en nuestro país más vehículos propulsados por gasóleo que por gasolina. Teniendo en cuenta que el parque móvil español supera ampliamente los treinta millones de automóviles, estamos hablando de más de quince millones de motores accionados por este combustible derivado del petróleo. Pero, ¿cuál es la alternativa para tal cantidad de vehículos si continúa aumentando el precio del crudo?.
Desde hace tiempo, se viene trabajando en el desarrollo del biodiesel, una opción al gasóleo tradicional obtenida a partir de aceites vegetales o grasas animales a través de un proceso conocido como transesterificación de triglicéridos (combinación de un aceite con un alcohol ligero). El producto resultante es un gel que puede mezclarse con el combustible fósil o utilizarse por sí solo. Para usar este tipo de carburante en su estado puro se deben hacer sustituir los latiguillos y manguitos de goma del circuito de combustible por otros de diferente compuesto, ya que el biodiesel disuelve dicho material. Hoy en día se produce un tipo que contiene un 80% de biodiesel y un 20% de diesel normal y que se puede usar en cualquier coche sin modificarlo.
Normalmente se utiliza el aceite de colza para generar el biodiesel, aunque lo cierto es que se está estudiando el uso de grasas ya utilizadas como las resultantes de frituras, mucho más baratas y evitando de este modo que las mismas se conviertan en residuos. Hoy día lo normal es que se use algún aceite vegetal, por lo que el coste de producción podría ser incluso superior al normal (el precio variará según la planta que se utilice), además de que a temperaturas muy bajas se puede cristalizar. Sin embargo, es mucho menos contaminante y por supuesto más abundante que el que utilizamos en la actualidad.
Una de las medidas de ahorro del gobierno ha sido la obligación a las petroleras de incluir un 7% de biodiesel en el diesel de sus estaciones de servicio, por lo que comprobamos que se piensa en él como una nueva alternativa para el futuro. Aún así, y pese a iniciativas como la señalada anteriormente, su utilización no es muy generalizada, y aunque puede ser una buena alternativa para todos esos coches que funcionan con motor diesel, lo cierto es que parece la vía eléctrica aquella por la que se está apostando con más fuerza.
Roberto García