La Conselleria de Industria valenciana ha decidido considerar como falta leve la existencia de más de una estructura de protección en los tractores de categoría T2, los de mayor implantación entre los agricultores regionales. Se trata de las máquinas más estrechas y se dedican sobre todo al cultivo de viñedos y frutales.
La Unió de Llauradors ha manifestado en un comunicado su satisfacción por la medida adoptada por la institución puesto que de este modo las máquinas no quedarán paralizadas y se podrá continuar con una actividad agraria que, por otra se encuentra en su apogeo.
El sindicato había realizado gran cantidad de gestiones a lo largo de los últimos años- Lo había hecho tanto a nivel autonómico como en el ámbito estatal para que se revisaran las normas de procedimiento de la inspección. Concretamente se pedía la recisión de carrocerías y chasis que se refiere a la inspección de vehículos agrícolas. Tras una prolongada incertidumbre, ha vuelto la normalidad a la ITV de tractores.
De falta grave a leve
Tal como recoge la página laredcomarcal.com, la circular de la Conselleria de Industria lo deja así de claro: “La existencia de más de una estructura de protección antes era defecto grave (lo que supone paralizar el tractor) y ahora defecto leve (puede continuar trabajando)”.
El secretario general de La Unió, Ramón Mampel, asegura que “el trabajo desarrollado por esta organización ha tenido sus frutos y estamos contentos con el cambio del manual en la ITV porque existía una enorme confusión, máxime cuando cada comunidad autónoma adoptó una posición diferente y acorde a sus intereses. En este sentido, lo que era válido por ejemplo en Castilla La Mancha no servía en la Comunitat Valenciana, por lo que los agricultores valencianos quedaban discriminados respecto de otros”.
Una sanción desmesurada
El manual de la ITV se modificaba en 2009 por parte del Ministerio de Industria con el fin de adaptarlo a la norma europea. Tal cambio afectaba sobre todo a los tractores más antiguos, que tenían –tienen- la obligación de pasar la ITV. Esto suponía que las cabinas incorporadas al tractor para protegerse no eran legales si no estaban homologadas.
La modificación hacía que se considerase falta grave tener más de una estructura de protección, con sanciones de hasta cinco mil euros. Y los tractores fuera de la norma eran mayoría, puesto que éstos incorporaban la cabina protectora en los talleres locales sin necesidad de homologación alguna.
Hasta ahora, si un agricultor quería pasar la ITV tenía que homologar la nueva cabina, algo más caro que comprarse una máquina nueva. Y, en caso de no pasar la ITV, el propietario se exponía a pagar una sanción de la Guardia Civil, multas de las inspecciones laborales o incluso perder las ayudas europeas.