Seguro que no es la primera vez que ves un vehículo (casi siempre diésel y casi siempre con unos añitos encima) peleándose con una cuesta y dejando tras de sí una espesa cortina de humo negro. Para controlar esto, se instauró la prueba de opacidad que obliga a que todos los diésel fabricados a partir del 1 de Enero de 1980 pasen el control de emisiones de gases y partículas contaminantes.
Este humo no es sino una serie de partículas en suspensión que son más abundantes cuanto más negro sea el humo. De este modo, la prueba consiste en hacer pasar parte de las emisiones del tubo de escape por un opacímetro. El aparato mide la luz que deja pasar el humo del coche y, por lo tanto, la cantidad de partículas que lleva en suspensión.
Lo que hace esta máquina es aspirar un poco de humo cuando el motor se halla a tope de revoluciones, almacenarlo en una cámara y, por fin, hacer pasar un haz de luz a través del gas. Cuanto más oscuro sea el humo, menos luz pasará, debido a que ésta rebota en las partículas en suspensión.
Humo negro: problemas en el coche
Ahora bien: ¿Por qué puede ser el humo demasiado espeso? El origen suele ser una mala combustión debida, a su vez, al funcionamiento incorrecto de algún elemento del motor. De este modo, si el vehículo emite demasiados contaminantes es síntoma que algo en él no funciona bien.
Habitualmente, la mayor parte de las partículas en suspensión que se encuentran en el humo provienen de una elevada cantidad de combustible que no ha ardido aun habiendo pasado a través de un ambiente de alta presión y temperatura. Este carburante no quemado forma partículas sólidas que se acumulan en el tubo de escape y en la atmósfera.
Posibles orígenes del problema
En muchos de los casos, el problema proviene del sistema de alimentación (inyectores, filtro, bomba…) que inyectan un exceso de gasoil. Otra de las causas habituales es la que se refiere a la información incorrecta de los sensores, como los de temperatura o el caudalímetro. Otra disfunción que puede hacer que el coche contamine en exceso es la que provoca la escasez de oxígeno en el circuito (revisemos siempre que los filtros de aire no estén atascados).
Existen una serie de métodos (y trucos) para rebajar la cantidad de gases que emite el coche, pero, de momento, vamos a dejar aquí el tema de las emisiones que, andando el tiempo, nos irá dando pie para más escritos.
Teneis razon,pero en los nuevos motores diesels ya no es posible medir con precision los valores que indica el fabricante en su chapa,para saber si funciona todo bien en la conbustion y sus filtros,pues el fumometro que hay no tiene la precision necesaria,deben adquirirse los de la segunda generacion,que tal vez no esta claro que se pida desde la UE
Pero la contaminacion no baja y cada vez hay menos vehiculos que dan defecto verdad en la medicion
que lastima que no vayamos por delante de las normas y no se piense en la contaminacion de las ciudades no creis,para una ITV la inversion es muy pequeña y con el OBD no se va a solucionar
Un abrazo Rovira,