Cómo dar de baja un coche de forma definitiva

Hay muchas razones para dar de baja un coche de forma definitiva. Una de las más habituales es que se haya estropeado y la reparación sea tan cara que salga más rentable comprar un vehículo nuevo que repararlo.

También puede ser que decidas comprar un coche nuevo y la mejor forma de deshacerte de tu coche viejo sea dándolo de baja. En cualquier caso, si estás pensando en dar de baja tu coche deberás acudir a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV), donde se ocuparán de todo. Bajo este tecnicismo, que deberá estar perfectamente acreditado con la placa correspondiente, se esconden los desguaces.

Baja temporal VS baja definitiva

Antes de continuar conviene diferenciar entre esta baja definitiva, para la que ya no hay vuelta atrás, y la baja temporal, un tipo de baja que podemos solicitar si nos han robado el coche, lo hemos vendido a un compraventa o si por cualquier razón personal vamos a estar un largo periodo sin utilizar nuestro vehículo, como un traslado temporal al extranjero.

Además, mientras nuestro coche esté dado de baja temporal, no tendrá que pagar el impuesto de circulación, el seguro obligatorio o tener en regla la ITV. En resumen: la baja temporal de un vehículo es revocable, la definitiva no.

Documentación necesaria para dar de baja un coche

Lo primero que debes saber es que todos los turismos y vehículos comerciales de menos de 3.500 kg. están obligados a parar por un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos para obtener la baja definitiva. Los vehículos comerciales de más de 3.500 kg. y el resto de vehículos, con la excepción de los turismos, no están obligados a ello sino que su propietario podrá solicitar su baja en la Jefatura Provincial de Tráfico correspondiente -aunque si lo prefiere, puede llevarlos al desguace-.

En el desguace el coche será reciclado según las directrices marcadas por la Ley sobre el tratamiento de vehículos al final de su vida útil. Lo primero que tendrá que hacer el conductor es reunir la documentación necesaria para entregar su vehículo en el Centro de Tratamiento. En el caso de los particulares tendrán que presentar la fotocopia del DNI, la Ficha Técnica del Vehículo y el Permiso de circulación del coche. Si en vez del titular del vehículo lo lleva otra persona, necesita una autorización del propietario del vehículo, además del DNI de ambos.

En caso de defunción del titular habrá que aportar copias de los DNI del titular y los herederos, del certificado de defunción, del testamento y de la renuncia de los herederos. La cosa cambia algo con los vehículos de empresa, ya que a la ficha técnica y al permiso de circulación se añaden las fotocopias del DNI del administrador -o administradores- de la compañía y del CIF de la empresa, el Modelo de Representación de Personas Jurídicas firmado y cuñado, el Modelo de Solicitud de baja, también firmado y sellado y una autorización si la entrega no la hace el administrador.

Un caso especial es cuando no tenemos la documentación del vehículo o nos la han robado. Si se trata de un hurto, debes presentar la denuncia correspondiente ante la Policía, aunque vayas a dar de baja el vehículo. Así, en el momento de entrega del vehículo al desguace tendrás que presentar la fotocopia de tu DNI y una copia de esa denuncia o el Modelo de Extravío. De esta manera te comprometes a entregar la documentación del vehículo a Tráfico si aparece una vez el coche se ha dado definitivamente de baja en la DGT.

El certificado de destrucción

Una vez has reunido toda la documentación puedes contactar con el desguace más cercano para acordar cómo se hará la retirada del vehículo. En la mayoría de casos el propio Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos es el que acude con la grúa al punto acordado para llevarse el vehículo sin ningún coste para el propietario del vehículo. Esta es una opción muy interesante para los coches accidentados o que no han pasado la ITV, algo que no será impedimento para llevar el coche al desguace.

Cuando el vehículo llega al desguace se tramita su baja electrónica a través de una aplicación que conecta el CATV con la base de datos del registro de vehículos de la DGT. Si el propietario no ha presentado toda la documentación se contacta con él para que entregue los documentos restantes y se ponga en marcha el proceso. Cuando se ha tramitado la baja definitiva el propietario recibe Certificado de Destrucción y el justificante del trámite en Tráfico, algo de lo que se ocupa el propio desguace.

Son dos documentos que generalmente llegarán a tu correo electrónico, y que son imprescindibles ya que son la prueba de que el vehículo ha sido de baja. Con ellos podrás evitar que te reclamen el pago del impuesto de circulación municipal o del seguro el año siguiente. Si ya los has pagado, con estos justificantes puedes reclamar ante el ayuntamiento y la aseguradora respectivamente para que te devuelvan la cantidad equivalente desde el momento en que se dio de baja el vehículo.

Ten en cuenta además, que abandonar un vehículo sin haberlo dado de baja puede suponer una multa de entre 600 y 600.000 euros.

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eCall, el nuevo botón de emergencia en carretera

Desde el 31 de marzo de 2018 todos los coches nuevos que se fabrican en Europa cuentan con un nuevo botón, el eCall. Se trata de un dispositivo de emergencia que, en caso de accidente, hace una llamada de emergencia al 112. De esta forma, la atención a los pasajeros involucrados en accidentes es mucho más rápida.

Desde la Unión Europea, impulsora de esta medida, aseguran que salvará unas 1500 vidas al año, y que reducirá el tiempo de atención en un 50% en zonas rurales y un 40% en vías urbanas.

Cómo funciona el eCall

El eCall es simplemente un dispositivo que se activa en caso de accidente. Está equipado con unos sensores de forma que el dispositivo realiza una llamada de emergencia al 112 después de una colisión de cierta fuerza.

Aparte de los sensores, el sistema cuenta con una SIM virtual que permite hacer la llamada de emergencia y un localizador satélite que envía a través del GPS la ubicación precisa del vehículo siniestrado, además de otra información de utilidad para emergencias como el número de pasajeros.

Una vez realizada la llamada automáticamente, los técnicos del 112 se ponen en contacto con los ocupantes del vehículo para que les informen de los detalles del accidente y valorar la gravedad. En caso de no obtener respuesta, desde el 112 se envía directamente a los servicios de emergencias. Más allá de los sensores que detectan accidentes, esta llamada de emergencia también se puede activar manualmente en caso de infarto, desfallecimiento, etc., repitiéndose el mismo proceso.

Por como funciona el eCall, GPS incluido, es fácil que a muchos conductores les aparezcan dudas sobre la privacidad de sus desplazamientos. Sin embargo, la normativa comunitaria señala que los datos de memoria interna del eCall se irán suprimiendo de manera automática y continuada. De esta manera nos aseguramos de que ningún agente externo al eCall tiene acceso a nuestra ubicación hasta que se activa el botón.

Por otro lado, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la intención de que la llamada de emergencia sea también obligatoria en motocicletas y ciclomotores.

ecall llamada emergencia

Así funciona el sistema eCall promovido por la Unión Europea

Cuánto vale el eCall

Se estima que el eCall tiene un precio de unos 100€. Sin embargo, el hecho de ser un sistema obligatorio en los nuevos vehículos de la UE hace que el conductor no tenga que pagarlo, sino que el coste recaiga sobre los fabricantes de automóviles. Aún así, podría suponer un ligero aumento del precio de los coches, sin afectar a las tasas de la DGT.

Conviene diferenciar el eCall de otros servicios de asistencia en carretera similares que ofrecen algunos fabricantes, que sí que tienen un costa extra para el comprador, pero que en ningún caso lo sustituyen. El Grupo PSA (Peugeot y Citroen), por su parte ya utiliza un dispositivo similar eCall en España desde 2003, mientras que Opel (OnStar) lo hace 2005.

¿Hasta qué punto es efectivo?

Una cosa es el objetivo y otra será la efectividad que tenga en el futuro, pero a priori el eCall parece una herramienta muy interesante a la hora de reducir los índices de siniestralidad en las carreteras.

La primera hora después de cualquier accidente es de vital importancia para reducir la gravedad de las lesiones que puedan producirse y evitar que haya víctimas mortales, y el eCall llega con la misión de reducir el tiempo que pasa entre el accidente y la actuación de los servicios de emergencia a tan solo 75 segundos.

Hasta la aparición de este novedoso sistema, los tiempos de respuesta podían llegar hasta límites insospechados ya que desde el 112 no tenían la posibilidad de conocer el siniestro ipso facto, por no hablar de las dificultades de comunicación al no conocer la ubicación y gravedad del accidente, el número de ocupantes que viajaban en el vehículo, etc.

La efectividad del eCall la encontramos en la reducción del tiempo de espera y la posibilidad de actuar en esa primera hora crítica, de ahí ese objetivo de salvar 1.500 vidas al año en toda Europa.

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Los líquidos del coche que debes revisar

Más allá de las pertinentes revisiones en el taller, periódicamente debes revisar por tu cuenta algún elemento del coche, por ejemplo el estado de los neumáticos o los líquidos. Hay dos momentos en los que es altamente recomendable realizar estas revisiones, antes de pasar la ITV y antes de iniciar un largo viaje, por ejemplo en vacaciones.

Comprobar el estado de los líquidos del motor te permitirá circular con total seguridad, además de pasar la ITV, así que vamos a repasar brevemente los líquidos que deberías revisar periódicamente en tu coche.

Revisión del motor del coche

El aceite

Seguramente sea el líquido que más revisan los conductores, ya que del nivel de aceite depende el buen funcionamiento del motor. No cambiar el aceite periódicamente o circular con más o menos aceite del recomendable puede tener consecuencias catastróficas para el motor del coche.

Lo ideal es revisar el aceite una vez al mes y antes de cualquier viaje, siempre con el coche en frío y aparcado en un sitio plano. Limpia la varilla y vuelve a meterla para comprobar que el aceite está entre las dos muescas. En tu taller encontrarás aceite para reponer líquidos, y lo quitarán si hay en exceso.

Refrigerante y anticongelante

Estamos ante un elemento clave para el buen funcionamiento del vehículo, ya que por un parte se encarga de evitar la congelación del agua del circuito y por otra se ocupa de expulsar el calor, de forma que el líquido no entra en ebullición. También protege los circuitos de la cavitación. Tienes que revisar el líquido refrigerante, compuesto de agua destilada y anticongelante, cada unos 20.000 km.

Para ello, abrimos el capó y nos aseguramos de que el nivel esté dentro de las marcas que indican el nivel mínimo y máximo de líquido refrigerante que debería tener el vehículo. Si el nivel es bajo basta con coger un embudo y rellenar la botella con tu refrigerante de siempre -no lo mezclas con otro líquido refrigerante-. Si no lo encuentras, antes de ir al taller puedes añadir solo agua destilada.

El agua del limpiaparabrisas

Dentro de los líquidos del coche también incluimos el agua que utilizamos en los limpias. Saber si hay agua es tan fácil como accionarlos y comprobar si sale (o no) el agua. Si no es así, es porque se ha acabado. También puedes abrir el capó y comprobar si hay agua en el depósito o si hay que volver a llenarlo.

Se recomienda rellenarlo con el motor en frío para no quemarnos al manipular el capó. Además de agua puedes añadir algún líquido específico para evitar la congelación del agua en los meses más fríos del año. Aquí podemos añadir los lavafaros que equipan algunos coches y que también deben revisarse.

Líquido de frenos

Nadie en su sano juicio puede dudar de la importancia de revisar periódicamente el nivel del líquido de frenos, elemento fundamente de seguridad al volante. Habría que revisarlo cada unos seis meses y cambiarlo cada dos años, aunque factores como la humedad o el punto de ebullición pueden hacer que sea menos efectivo y haya que cambiarlo antes.

Revisarlo es tan fácil como, con el coche frío, buscar el depósito y comprobar que el nivel está dentro del límite establecido. Si no es así puede que haya un problema con las pastillas de freno, así que tendrás que visitar al mecánico para que lo solucione.

Líquido de dirección

Por último hay que hablar del líquido de dirección, aunque es algo que solo afecta a los coches con dirección asistida hidráulica o electrohidráulica. Lo ideal sería revisar el líquido de dirección como mínimo una vez al año, y para ello buscamos el depóstio -con el motor en caliente- y metemos la varilla que suele ir en el tapón, que se identifica por el volante que lleva gravado. Repite el mismo proceso que con el aceite, y si es bajo añade el líquido de dirección recomendado por el fabricante.

Como habrás podido comprobar, revisar los líquidos del coche y rellenarlos es mucho más fácil de lo que parece. Eso sí, tendrás que saber dónde está el compartimento de cada uno de estos líquidos en el capó del coche. Por suerte son fáciles de encontrar, y depósitos como el del aceite o el del líquido de dirección están perfectamente identificados para evitar errores al localizarlos. Es muy raro que echemos más líquido del que deberíamos, pero si eso ocurre deberías visitar el taller para que el mecánico soluciones el problema.

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El cinturón de seguridad: cómo funciona y qué tipos hay

De vez en cuando, en especial cuando se acercan los periodos vacacionales, nos encontramos con que la DGT pone en marcha campañas de vigilancia del uso del cinturón de seguridad. Nadie pone en duda la importancia que tiene su uso ni la obligatoriedad de llevar el cinturón puesto, obligatoriedad que llegó a España en 1974 (aunque en zonas urbanas solo es obligatorio desde 1992) pero sí que es cierto que mucha gente tiene dudas sobre cómo funciona, la normativa, etc.

Cómo funciona el cinturón de seguridad

Lo primero de todo será explicar cómo funciona el cinturón de seguridad. Su función principal es amortiguar la desaceleración del cuerpo en caso de impacto, de forma similar a la de un paracaídas. En ningún caso es evitar el movimiento del pasajero tras una colisión.

Por esa razón tienen que soportar una tensión de 1.200 kg., aunque se utilizan cinturones que aguantan hasta 3.000 kg. Eso sí, la clave está en la capacidad que tiene de deformarse en el impacto para absorber la energía cinética del pasajero.

cinturón de seguridad

Tipos de cinturón de seguridad

Encontramos hasta cuatro tipos de cinturón:

  1. El cinturón abdominal o pélvico una cinta que recorre de lado a lado el abdomen, como en los aviones. Son los que hay en el asiento central trasero, pero no sujetan cabeza ni tórax así que tienden a desaparecer.
  2. Los cinturones torácicos ya recorrido ese camino, ya que pueden provocar daño en cuello, vértebras o pies. Son una cinta que cruza el tórax de forma lateral.
  3. El cinturón tipo arnés tiene cuatro o seis puntos de anclaje, y son los utilizados en competición.
  4. Por último están los cinturones mixtos o de tres puntos de anclaje, un híbrido entre el abdominal y el torácico que es el que equipan la gran mayoría de los coches. Sujetan tórax y abdomen, por lo que el riesgo de deslizamiento o desplazamiento frontal del cuerpo se reducen. Son también los que se están imponiendo al abdominal en el asiento central trasero del coche.

Partes del cinturón

En todos los casos hay que hablar de las mismas partes del cinturón: los sistemas de bloqueo angular y por sensibilidad y el sistema limitador de carga:

  • El sistema de bloqueo angular impide que la cinta se salga al llegar a cierto valor.
  • El sistema de bloqueo por sensibilidad impide que la cinta siga saliendo si el ocupante se mueve de forma brusca hacia adelante, por ejemplo en una colisión frontal.
  • Por último, el sistema limitador de carga deja salir la cinta entre 5 y 7 cm. cuando la fuerza ejercida sobre pecho o pelvis llega a cierta presión. De esta forma evita que se produzcan lesiones internas o en las cervicales.

¿Cuándo es obligatorio el uso del cinturón?

A priori, el uso del cinturón siempre es obligatorio aunque hay algunas excepciones a la norma general (marcha atrás, taxistas en poblado, repartidores, vehículos de emergencia, personas con una exención médica, etc.). El hecho de circular sin cinturón supone una multa de 200€ y la pérdida de 3 puntos del carnet. Si el infractor es un ocupante del vehículo que no sea el conductor, tendrá que pagar la multa excepto en el caso de los menores de edad, cuando tendrá que pagar el conductor.

Un caso especial es el de los menores, ya que tendrán que utilizar el sistema de retención para niños debidamente homologado acorde a su edad y peso. Su uso es obligatorio hasta que el niño mida 1,35 metros, momento a partir del que podrán sentarse sin silla infantil tanto en los asientos traseros como en el del copiloto. Hasta entonces solo podrán ir en los traseros con la sillita. Estar embarazada no te exime del uso del cinturón, aunque hay cinturones especiales para embarazadas. Lo ideal es llevarlo entre los pechos y debajo del vientre para que siga siendo efectivo.

Finalmente está el caso de los perros. Hay cinturones de seguridad para perros, pero su uso no es obligatorio. De hecho, lo ideal es llevar al perro en el transportín o en la maletero, separado del conductor por una rejilla, de forma que no pueda causar ningún problema a los ocupantes del vehículo.

Protección del cinturón de seguridad

Fuente: DGT.es

Recuerda también que el uso de pinzas, abrigos o ropa muy gorda reduce la efectividad del cinturón de seguridad, así que los evitaremos independientemente del asiento que ocupemos en el coche y el tipo de cinturón que equipe el coche, ya que estaremos poniendo en riesgo nuestra vida, mientras que su uso reduce al 50% el riesgo de fallecimiento y en torno al 75%. Finalmente, te dejamos con nuestros otros consejos de seguridad vial.

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Homologación de neumáticos: llantas, equivalencias y normativa

Una de las piezas más modificadas en los vehículos y de obligatoria inspección por la ITV son los neumáticos.

La Inspección Técnica de Vehículos no sólo se encarga de revisar distintos aspectos técnicos de nuestro vehículo, comprobando toda medida de seguridad y controlando el nivel de emisiones contaminantes para preservar el medio ambiente, también revisará posibles modificaciones que los usuarios han realizado en su vehículo.

Uno de los componentes de nuestro vehículo que más suele modificarse por parte de los conductores son los neumáticos; tomar la decisión del cambio de llantas nos supone tener conocimiento de la ley de homologación y las posibles equivalencias que podemos utilizar según el tipo de vehículo que poseamos.

Atendiendo a la ley y concretamente al “Manual de Reformas de Importancia” entrado en vigor el pasado catorce de Enero de 2011, la homologación de los neumáticos tendrá un carácter obligatorio si concurren los siguientes criterios de equivalencia:

  • Perfil de llanta que corresponda al neumático
  • Mismo diámetro exterior, con una tolerancia +/- 3%.
  • Código de categoría de velocidad igual o superior al original.
  • Índice de carga igual o superior al original.

Cómo saber que neumáticos podemos ponerle al coche

Al realizar el cambio de neumáticos por unos distintos a los originales con frecuencia es posible que se cambie el desarrollo del neumático en cuestión. Es altamente recomendable e instructivo que revisemos en la tarjeta de inspección técnica del vehículo  en busca de los datos referentes a la medida de ruedas que esta homologada por el fabricante del vehículo.

Un punto importante  a tener en cuenta es que los cambios de neumáticos no produzcan ninguna anomalía al resto del conjunto de nuestro vehículo, que puedan ocasionar severas faltas a la hora de la inspección.

Asegúrate también de que la llanta de montaje es la que corresponde al neumático. Finalmente, hay que comprobar que los neumáticos no interfieren con otros componentes del vehículo. Si tenemos en cuenta esta cuestión antes de montar los nuevos neumáticos del coche nos ahorraremos un montón de problemas. Si no montas unos neumáticos equivalentes no superarás la ITV, pero hasta entonces pondrás en peligro tu integridad y la del resto de usuarios de la vía.

Una vez que llevemos nuestro vehículo a realizar el pertinente “examen” a la ITV, es conveniente saber que instalado el conjunto de nuevas llantas su desarrollo no puede superar 3%, si las equivalencias son correctas los neumáticos serán correctos y homologados.

Asegúrate también de que la llanta de montaje es la que corresponde al neumático. Finalmente, hay que comprobar que los neumáticos no interfieren con otros componentes del vehículo. Si tenemos en cuenta esta cuestión antes de montar los nuevos neumáticos del coche nos ahorraremos un montón de problemas. Si no montas unos neumáticos equivalentes no superarás la ITV, pero hasta entonces pondrás en peligro tu integridad y la del resto de usuarios de la vía.

Modificar los neumáticos es una opción viable y regulada por ley, siguiendo los pasos correctos no debe de producirnos problemas o dudas para su realización.

 

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Valor venal de un coche: Qué es y cómo calcularlo

Quizá alguna vez hayas oído hablar del valor venal de tu coche, un concepto tan desconocido por la mayoría de conductores como importante. A grandes rasgos, el valor venal del coche significa el valor de mercado que puede alcanzar al venderlo de segunda mano. Sin embargo, las cosas no siempre son tan simples, y una cosa será el valor venal en ese mercado de segunda mano y otra el que le de tu aseguradora, que probablemente sea diferente al de ese mercado de compraventa y que debería aparecer en la póliza del seguro.

El valor venal y las aseguradoras

En caso de sufrir algún percance con tu vehículo, el seguro puede indemnizarte con el valor íntegro del mismo -extras incluidos- siempre que siga fabricándose. Si no es así, la aseguradora te pagará una cantidad equivalente al precio del vehículo, ajustándose a un modelo equivalente que esté en el mercado en ese momento. Tú, como asegurado, puedes decidir si te indemnizan en metálico o en especie, es decir, con un coche. Al menos, eso es lo que dice la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro en su Artículo 18.

Y aquí entran en acción conceptos como el de valor de reposición o el valor venal. El valor de reposición es el valor de un coche al comprarlo en el momento inmediatamente previo a un siniestro; es decir, la antigüedad del vehículo, en años, es la misma que la del vehículo accidentado. No cuentan ni el estado ni los kilómetros del vehículo, aunque dentro del valor de reposición sí que se pueden incluir los extras siempre que estén consignados en la póliza. En ocasiones nos referimos al valor de reposición como valor de mercado, ya que son sinónimos.

En cambio, el valor venal es el valor del vehículo al venderlo justo antes del siniestro vial, para lo que solo se valoran la antigüedad y los extra, pero no los kilómetros o el estado del vehículo. Así, la diferencia entre valor de reposición y valor venal es la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta del mismo vehículo. Se trata de una diferencia comercial, afectada por las hipotéticas reparaciones que se hagan antes de volver a venderlo, independientemente de los beneficios en el proceso, impuestos y tasas de Tráfico, etc.

Venta de coche de segunda mano

Valor venal mejorado

Finalmente hay que hablar del valor venal mejorado, un concepto todavía más difuso. Cuando se realiza la tasación de un vehículo, el perito es el encargado de calcular el valor venal del coche. En estos casos se toman como referencia los datos que publican publicaciones de los profesionales de compraventa de vehículos (normalmente Eurotax y/o Ganvam), y las aseguradoras añaden un porcentaje determinado en las cláusulas de la pólizas.

Sin embargo, la empresa responsable de la operación puede aumentar el valor venal del vehículo, generando así el valor venal mejorado. Se trata de una cifra a medio camino entre el valor venal y el valor de reposición, y es muy volátil ya que depende de las condiciones de negociación del propio conductor o del seguro, en caso de accidente.

Cómo calcular el valor venal

Hay varios métodos para calcular el valor venal de un coche, pero la clave está en las cifras oficiales de Hacienda, que publica periódicamente las tablas de valores en el BOE. Se trata de un listado ordenado por marcas y modelos, aunque el uso de una calculadora del valor venal es mucho más rápido y efectivo.

Para ello se parte de la primera fecha de matriculación del vehículo, que nos da su antigüedad, y luego se añaden marca, modelo y versión para obtener su valor oficial, un porecentaje según los cálculos de Hacienda. Puedes comprobarlo en esta tabla:

Antigüedad del cochePorcentaje*
Menos de 1 año100%
Entre 1 y 2 años84%
Entre 2 y 3 años67%
Entre 3 y 4 años56%
Entre 4 y 5 años47%
Entre 5 y 6 años39%
Entre 6 y 7 años34%
Entre 7 y 8 años28%
Entre 8 y 9 años24%
Entre 9 y 10 años19%
Entre 10 y 11 años17%
Entre 11 y 12 años13%
Más de 12 años10%

*Porcentaje válido para turismos, todoterrenos y motocicletas. Si el vehículo se ha dedicado en exclusiva durante 6 meses o más a la enseñanza de conductores, alquiler de vehículos sin conductor o taxi su valor venal se reduce un 70% más.

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¿Cuánto vale mi coche? Calcula el valor de tu vehículo

A la hora de acudir al mercado de segunda mano para vender nuestro vehículo, siempre nos surge la misma duda: ¿cuál es el valor del coche? ¿Cuánto vale? Para saber el valor del vehículo tenemos dos opciones, acudir a la tasación online o recurrir a un tasador presencial. Cada opción tiene sus pros y sus contras, pero para conocer el precio de mercado del vehículo hay que tener en cuenta  factores como el kilometraje que lleva, los extra, etc.

Tasación presencial

Cada coche es único, así que no podemos recurrir a los catálogos de tasación en general sin mirar las características específicas del vehículo. Está claro que un mismo modelo con 200.000 kilómetros debería valer menos que uno con 100.000, aunque estén matriculados el mismo año (recuerda además que hay formas de saber los kilómetros reales de un coche). Por eso es importante acudir a un tasador. Cada vez es más fácil encontrar tasadores gratuitos, en especial cuando hablamos de tasación online, aunque los presenciales también nos ofrecen este tipo de tasaciones. 

Tasación online

Un tasador online nos ofrece una cifra aproximada basándose en el valor del coche en el mercado, pero sin tener en cuenta los detalles individuales de cada vehículo. En cambio, en la tasación presencial sí que se valoran los extra y el equipamiento especial, por lo que la tasación presencial es más justa y fiel a la realidad. El margen de error es inferior, ya que además de una inspección visual del vehículo en la que se valoren defectos o imperfecciones el tasador también evalúa sus arreglos o el historial técnico. 

La principal ventaja de la tasación online es la comodidad de hacerla desde casa, pero si quieres conocer el precio de mercado real de tu vehículo deberías acudir en persona a un profesional que tenga en cuenta todos estos detalles. Portales especializados o empresas como coches.com o Compramos tu coche nos ofrecen calculadoras online con las que podemos hacernos una idea bastante precisa del valor del coche introduciendo sus datos (modelo, año, combustible, kilómetros, etc.). 

La depreciación de los vehículos

Otro de los aspectos clave a la hora de calcular el precio de mercado de un coche de segunda mano es la depreciación del vehículo: a medida que pasan los años, el coche va perdiendo valor. Solo en el primer año el precio del vehículo se reduce entre un 25 y un 30%, y a partir de ahí se deprecia entre un 5 y un 6% más cada año que pasa. Se trata de unas cifras basadas en el valor venal del coche, y nos permiten hacernos una idea aproximada del precio que tendrá el coche de cara al futuro. 

Tampoco podemos pasar por alto el valor residual del vehículo. Es el valor que tendrá el vehículo en el momento de venderlo, el precio de venta que alcanzará en un momento determinado. En caso de haber sufrido un accidente o siniestro, el valor residual del coche bajará, y para mantener un alto valor residual es imprescindible acudir a las revisiones periódicas. Solo así podremos vender el coche a un buen precio y lo más rápido posible.

Consejos para tasar tu coche

A la hora de llevar tu coche a una tasación presencial es imprescindible seguir una serie de pautas para conseguir venderlo en las mejores condiciones posibles. Lo primero que debes hacer es tener el coche limpio, ya que dará una mejor imagen que si la tapicería está sucia, hay restos de tierra en la carrocería o está lleno de polvo. Lo mismo haremos con pequeños golpes o desperfectos. Así darás la impresión de haberte esforzado al máximo en el cuidado de tu coche durante toda su vida, lo que hará aumentar el valor residual del que antes hablábamos. 

También será imprescindible acudir al tasador con toda la documentación del vehículo, incluidas las facturas de reparaciones, piezas que hayas cambiado, etc., que también hacen de garantía. Si tienes el libro de mantenimiento con el sello de un taller oficial en todas las revisiones oficiales el valor de mercado del coche aumenta. Lo mismo pasa si tenemos todos los informes favorables de las últimas ITV. 

Si tienes un coche clásico deberás acreditar la antigüedad mínima de 25 años, destacando que todos los accesorios sean originales. En la tasación se valorarán cuestiones como la renovación del motor, el radiador o la bomba de agua, además de la carrocería y la tapicería. Por otra parte, en el caso de los vehículos de lujo el número de vehículos que salieron a la venta, el hecho de que se trate de un modelo agotado o con muy pocos coches en circulación disparará el valor del coche de segunda mano. 

Y, como pasa con tantas otras cosas, hay que hacer una investigación de mercado previa en la que nos informemos de cuánto se pide por coches similares al nuestro y consultar varios tasadores. Más allá de los tasadores online o de los profesionales de la compraventa de vehículos de segunda mano, también puedes acudir a concesionarios o desguaces para que tasen tu coche. Cuantas más opiniones tengas, más fácil te resultará conocer el precio de mercado real del coche y podrás venderlo por un precio justo para pasar al siguiente paso: realizar el cambio de titularidad.

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6 averías del coche que salen caras

Para algunos el coche es una pasión o un compañero insustituible, y para otros es simplemente un elemento que nos permite desplazarnos de un lado a otro. Sin embargo, lo común de ambos conductores es la reticencia de llevar el coche al taller, ya que en la mayoría de las ocasiones, suele implicar un gran desembolso de dinero.

Por eso, a continuación detallamos las averías más comunes que sufren los vehículos y que más dinero supone su reparación a sus usuarios.

La correa de distribución

La correa o cadena de distribución de un coche es uno de los arreglos que más dinero supone al propietario de un vehículo, debido al elevado coste de mano de obra que conlleva y la gran cantidad de elementos que dependen de ella.

La correa de distribución es un elemento que transmite el movimiento del cigüeñal al árbol de levas, como hace una bicicleta del pedal a la rueda trasera. Al mismo tiempo que mueve el árbol de levas, también puede mover la bomba de agua, y si es diesel, la bomba inyectora.

Está ubicada en la zona del motor, más específicamente, en la zona de las poleas, donde se encuentra también, la correa del alternador y del aire acondicionado. Concretamente, su ubicación es al lado de la correa de servicio, y por norma general, siempre va tapada con tapas o por lo que va dentro del bloque del motor, si en vez de ser una correa se trata de una cadena de distribución.

El mantenimiento de la correa depende mucho de si es un motor gasolina o diesel, además del tipo de motor y de la marca del fabricante. Es muy importante seguir la instrucciones del fabricante respecto al mantenimiento, y cambiarlo entre los 60.000 y los 160.000 km, aunque en vehículos más modernos esto podría extenderse a los 240.000 km. Si hacemos una estimación en años, el cambio oscilará entre los 5 y los 7 años, siempre que se utilice el coche de manera habitual.

Recuerda que si no se hace el cambio y se rompe la correa podemos romper el motor, alguna válvula e incluso los pistones. Además, es muy recomendable que al mismo tiempo que se cambia la distribución, se cambie también la bomba de refrigeración, que está ubicada dentro de la correa, ya que el trabajo es el mismo, y de este modo, evitamos que en 3.000 o 4.000 km  se estropee la bomba, por motivos de tensado o pérdida de refrigerante y haya que desmontar todo el entramado otra vez.

El cambio de la correa de distribución está entre los 50 y los 200 euros, pero si además cambiamos la bomba de agua el precio sube y se sitúa entre los 100 y los 400 euros.

ESP: Control Electrónico de Estabilidad

La estabilidad de un vehículo de la adherencia que tengan los neumáticos al suelo. El Sistema de Control de Estabilidad es un sistema de seguridad activa que se encarga de mantener la fijación de los neumáticos al suelo, en todo momento y bajo cualquier condición del terreno. Alguna de las situaciones comunes en las que este sistema puede actuar serían suelos con gravilla o mojado, así como, caminos de tierra y superficies heladas.

El sistema de estabilidad permite un arranque y aceleración de las ruedas suave y sin efecto patinaje. Si una rueda empieza a girar con mayor rapidez que las demás, este sistema interviene en el sistema de gestión del motor y reduce la potencia hasta que el coche deja de derrapar y recupera su dirección original.

Los componentes que conforman el sistema de control electrónico de estabilidad son distintos tipos de sensores, la unidad de control electrónico y la unidad hidráulica compuesta a su vez por electroválvulas, el equipo motor-bomba y el acumulador de baja presión.

Cuando el Control de Estabilidad detecta alguna irregularidad, deja de funcionar. Para comunicarnos este problema, un testigo con el símbolo habitual del sistema (coche dejando huellas de derrapada) se iluminará en el cuadro de instrumentos; uno de todos los que se iluminan para hacer el “check control” cuando hacemos contacto.

Si se produce un fallo en este sistema, el coche se puede arrancar e incluso circular con él, pero hemos de tener muy presente que si se produjera una pérdida de estabilidad, el sistema de control electrónico de estabilidad no se activará, con lo cual, la seguridad activa del coche se verá reducida notablemente.

Por ello, cuando detectemos un problema en este mecanismo, que ha salvado ya más vidas que el propio cinturón de seguridad, debemos revisarlo, limpiar los componentes que hayan podido verse afectados, o en última instancia, llevarlo al taller y repararlo.

El precio de la reparación dependerá del foco del problema y los elementos afectados, por ello es difícil de limitar, pero las cantidades oscilan entre los 30€, si hay que cambiar el sensor del pedal de freno y más de 500 € si el fallo tiene que ver con el sensor de giro del volante.

Válvula EGR

Si la válvula EGR presenta algún fallo puede afectar al rendimiento del motor de nuestro vehículo. Esta pieza del motor se encarga de redirigir parte de los gases que contienen partículas de combustible sin quemar y los introduce de nuevo a la admisión para que se terminen de quemar. Por eso, esta pieza suele encontrarse cerca de los electrones de escape y la admisión del motor, aunque también, puede estar desplazada y utilizar tuberías para reconducir los gases.

Con este proceso se consigue que se reduzcan las emisiones de gases contaminantes, sobre todo, las emisiones de óxido de nitrógeno, que son altamente perjudiciales para la salud. Su función es especialmente importante en los motores diesel, ya que en comparación con los de gasolina, producen más emisiones.

Como ya hemos mencionado, la válvula EGR se encarga de introducir parte de los gases de escape en la cámara de combustión, pero es el ordenador del motor, el que calcula la cantidad de estos gases que se tienen que volver a introducir al motor. Este porcentaje se calcula en función de los sensores de temperatura del motor, de régimen de vueltas y de carga de aceleración. Con estos datos, el ordenador del motor actúa sobre la EGR abriéndola para que los gases pueden acceder a la admisión.

Los principales problemas de la válvula EGR son muy comunes, especialmente en los diesel, que circulan a un nivel bajo de revoluciones y generan más carbonilla, que se va depositando en las paredes interiores, y a veces, puede llegar a bloquearla.

Podemos aventurarnos nosotros mismos a limpiar válvula EGR y así ahorrarnos un dinero. Si acudimos a un taller con problemas de EGR lo más seguro es que para curarse en salud, ahorrar tiempo y ofrecer la máxima garantía, la reemplacen por una nueva.

La bomba de gasolina

La bomba de gasolina es una pieza principal para el funcionamiento del motor ya que es la responsable de hacer que el sistema de inyección reciba continuamente el combustible mediante los inyectores, que a través de un sistema de succión sacan el líquido del tanque. Normalmente, son bombas eléctricas instaladas en el depósito de combustible.

Existen varias razones por los que la bomba de gasolina puede fallar y perjudicar a la actividad del motor. Esto puede deberse a diferentes causas que traerán como consecuencia una serie de señales que nos ayudarán a reconocer de donde viene el problema que está perjudicando la bomba de gasolina e intentar solucionarlo.

Estas señales son:

  • El coche no arranca o lo hace ocasionalmente
  • El coche da tirones al acelerar y a ralentí
  • Fallos en el motor y ruidos intermitentes

En aquellas situaciones en las que sea posible la reparación de la bomba de gasolina, el precio de la reparación oscilará entre los 60 y 80 euros, a los que se tendrá que añadir los gastos de mano de obra. El tiempo que se invierte en el arreglo de la bomba de gasolina es de una o dos horas, y esto depende de si la bomba está situada dentro del depósito de combustible o fuera del mismo en sus alrededores.

Sistema de refrigeración y termostato

El sistema de refrigeración de un coche es primordial para que el motor funcione adecuadamente. Se encarga de dispersar el calor del motor y mantenerlo a la temperatura ideal para que este no se sobrecaliente. Además, conserva las características de los lubricantes a un nivel óptimo. Si se produce una avería en el sistema de refrigeración, el más perjudicado será el motor y la precio de la reparación no es barato.

De los componentes que forman parte del sistema de refrigeración, el termostato es una pieza de gran trascendencia, ya que es el encargado de regular la temperatura del agua con la que funciona el motor. Este elemento permite el acceso del agua del bloque del motor al radiador y si se estropea quedaría totalmente abierto. Como consecuencia, al motor le costaría coger temperatura y trabajaría en frío, haciendo que el consumo de combustible sea superior a lo normal y ocasionando un desgaste elevado de los elementos internos del motor.

Cambiar el termostato está entre los 10 y los 300 euros, y esta diferencia de precio depende de si va sola o con otras piezas del motor.

El embrague

El embrague es un elemento fundamental que se encarga de transmitir la potencia del motor a las ruedas del vehículo. Cuando hablamos de esta pieza hay que dejar claro que cuando hay que repararla o sustituirla, esto se debe más al mantenimiento del coche por desgaste que a una avería propiamente dicha.

Por ello, hay que diferenciar entre los indicios que nos advierten que esta pieza está gastada y requiere ser cambiada, al resto de averías que puede presentar este sistema. Cuando el embrague patina, produce un olor a quemado o el pedal se queda rígido y duro tendremos que cambiar el embrague. El cambio de esta pieza puede costar cerca de los 500 €, más la mano de obra que en este caso es elevada, y aproximadamente, se debe hacer un cambio de la pieza cada 100.000 y 150.000 kms, dependiendo las características y circunstancias de la circulación.

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